Aplausos sacó viñamarina tras pintar colorido mural
Doris Santander quiso embellecer una de las paredes de su casa, ubicada en el sector de Recreo. Cada dibujo, según revela, tiene un significado.
Francisca Palma Schiller - La Estrella de Valparaíso
Abrumada por la pandemia y el encierro, Doris Santander, vecina de Recreo, en Viña del Mar, sacó al descubierto un talento oculto: pintar. Es que si bien siempre le gustó escribir y dibujar imágenes sencillas, jamás pensó que daría un salto tan importante como crear un bello mural.
Todo comenzó en medio de la crisis sanitaria, cuando la viñamarina se percató que una de las paredes de su casa, que da hacia la calle, estaba completamente descuidada y rayada con frases. Así, rápidamente decidió borrar lo escrito, sin embargo, tampoco quedó conforme con la pintura blanca.
Fue en ese momento cuando se le ocurrió poner color y potenciar su capacidad con los pinceles. Dividió el muro en cuatro y comenzó a trazar cuatro composiciones. Según revela, todos tienen un significado.
"Es una casa antigua y justo en la esquina había una pared lisa, de cemento y ahí me escribieron una frase que no me gustó y siempre me decía que la tenía que borrar. Luego, lo borré el 16 de septiembre pero quedó feo, entonces me propuse arreglar esta pared. Empecé a pintar muy sencillo, unos dibujos blancos y después, como estaba un poquito angustiada, encerrada, como todos, empecé a comprar pintura, para ponerle color a lo que estaba haciendo. Empecé a pintar y a pintar, y vecinos empezaron a felicitarme y todos los días mi misión era salir y pintar un poquito más. Así se convirtió en un mural", cuenta Doris Santander.
Significados
En cuanto a los significados, el mural se divide en cuatro: gatos, casas, una pequeña isla y un acuario.
"Hice gatitos, porque hay un gatito aquí del sector que es chico y ciego, por lo mismo lo hice de espalda. Abajo en la derecha puse unas casitas que yo vi cuando fui a Hamburgo, al otro lado, a la izquierda abajo, una pequeña isla, inspiración de cuando mi hija mayor se fue de luna de miel a las Bermudas y al lado, hay una figura en azul, inspirado en mi nieto, donde dibujé un pescadito, como si estuviese en un acuario, representando también la contaminación de los mares", explica la vecina.
Junto con el significado tangible, la pintura ha generado en Doris también un estado de calma. Hoy se siente feliz y agradecida por los elogios que ha recibido de su comunidad.
"Empecé a pintar día a día sin que me diera cuenta y nunca pensé en hacer un mural, salió de la nada. Ahora me doy cuenta que esto me hacía falta, salir y pintar algo y la gente está contenta, me han felicitado, me dicen que es hermoso, que soy una verdadera artista, todo fue fluyendo de la nada. Yo creo que no haré más murales, pero todos los vecinos me dicen que tengo que seguir", reflexiona.