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[Cultura Urbana]

Musicos locales se toman los martes en Quilpué

Serie de conciertos comienza mañana en la "Quinta Pata al Gato" y es con entrada liberada.
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Redacción - La Estrella de Valparaíso

La música en vivo no para y durante noviembre nuevamente los sonidos independientes de la región estarán presentes para ofrecer un panorama entretenido, con rica comida y tragos, mientras el público disfruta de un show musical. Se trata de la segunda versión del Ciclo V Costa, serie de presentaciones musicales organizadas por Maldito Sello, que en esta oportunidad se traslada hasta Quilpué con una iniciativa que busca generar un puente entre los artistas locales y la comunidad.

Sobre este ciclo musical, el director de Maldito Sello, Daniel Sepúlveda, afirmó que "la idea surge en base a la necesidad de levantar nuevos espacios de difusión musical en la región. Es importante para nosotros crear instancias de música en vivo, porque consideramos que, a través de ellas, nuestros artistas pueden relacionarse directamente con el público y con los espacios. Nuestro objetivo es que la comunidad pueda conocer a los artistas locales".

Todos los martes de noviembre habrá música en vivo en la "Quinta Pata al Gato", ubicada en calle Blanco 1270, en Quilpué, desde las 20 horas, con entrada liberada.

Los sonidos en vivo comienzan este 2 de noviembre con la presentación musical de Solución Violeta; el martes 9 es el turno del solista conconino Rocko de la Rosa; el 16 se subirá al escenario Pichihuentru, desde Villa Alemana; el 23 tocará en este ciclo Bailando en Lágrimas, mientras que la quinta y última fecha quedará en manos de la cantante regional Juana Ácido.

Cabe mencionar que estos eventos en vivo serán transmitidos por la plataforma Rewind TV, canal digital disponible a través de Roku y en la página web www.rewindtv.cl. Para más información, las personas interesadas pueden visitar el perfil de Instagram de @malditosello.

Carlos Navarrete: artista conceptual

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por Daniel Santelices

Cuando Duchamp dice que una obra de arte lo es porque lo dice el artista, causa una crisis radical en lo que hasta ese instante eran los criterios para juzgar la producción artística de la época. Su cataclismo perdura hasta nuestros días. Los efectos contemporáneos se manifiestan en un J. Beuys, Sol LeWitt, J. Kosuth con el arte conceptual, donde la idea es la matriz de la obra; la factura no es una condicionante, despectivamente: artesanía. La postmodernidad -fin del concepto progreso- da paso a que convivan todas las tendencias y el resurgimiento de los neos: neoexpresionismo, neofiguración, neoabstracción, neodada, neoconceptual, etc.

Es en este contexto donde se inscribe la obra de Carlos Navarrete. La idea preside la factura -pulcramente realizada- en su montaje en la Galería Modigliani, que evidencia su propuesta.

Así -el espacio de la Galería- estuvo presente: "Dar sentido al espacio arquitectónico que acogería a cada una de las obras. Dando forma, si se quiere, a mí fascinación por la "pintura abstracta-geométrica", a través de una mirada crítica, ya que siempre he considerado el trabajo en torno a la pintura desde el margen o la periferia en donde habito".

Arma una puesta en escena mediante tres ejes pivotes, soportes: la práctica de la pintura, luego los viajes y finalmente la ciudad como escenario de trabajo.

"Capaz de ver huellas de la plástica de vanguardia del siglo XX, hasta en los más humildes desechos callejeros, el autor presenta trabajos hechos con sus propios archivos y objetos domésticos" (Rodrigo Castillo R., diario Las Últimas Noticias)

A modo de una parcial guía, en este breve espacio, la exhibición tiene un sugerente juego dado por tres pinturas, realizadas en tres momentos de su trabajo como artista, las cuales han sido ubicadas en tres muros perimetrales de la sala, levemente más arriba de los otros trabajos, para de esta manera construir un triángulo imaginario en donde se insertan las otras realizaciones. Lo anterior, genera que la pintura cuadrada en gris monocromo se enfrente a tres pinturas en formato triangular en azul ultramar, la que a la distancia se relaciona a otra pintura en formato tondo -circular- en verde metalizado monocromo, la que cierra la mirada en el lienzo gris.

Este juego de formas geométricas siempre se remite al cuadrado como figura esencial.

Y así, sucesivamente. Navarrete concluye: "Pintura, objeto y collage es a fin de cuentas un modo de ver y hacer arte contemporáneo, desde la práctica de la pintura al final de la pintura".