Matías Valenzuela - La Estrella de Valparaíso

Tras incursionar en una candidatura a Gobernador Regional que no prosperó, Manuel Millones repostuló al puesto de Consejero Regional, extendiendo su estadía en el GORE por cuatro años más.

Los más de veinte años en el cargo (la ley no pone límites a la reelección de cores), no pesaron en la candidatura de Millones, quien se impuso en las urnas con amplio margen, obteniendo 21.996 votos, equivalentes al 12,81% de las preferencias en Viña del Mar, Concón, Quintero y Puchuncaví (Valparaíso I).

Sobre su decisión a postular nuevamente al cargo, explica: "Me lo pidió mucha gente, después del proceso electoral como candidato a gobernador, yo tenía dos opciones. Tomé la primera, que era no irme para la casa, sino que seguir levantando las banderas que yo llevaba adelante, que tienen que ver con la inclusión, los adultos mayores, los temas ambientales, el animalismo". Asimismo, traza los objetivos para seguir luchando por dos proyectos en los que ha trabajado antes: el Centro Macro Regional del Cáncer y la renovación del hospital Van Buren.

Respecto del trabajo que se viene con Rodrigo Mundaca, presidiendo el Consejo Regional, Millones anticipa que habrá una buena labor colaborativa, pero deja una advertencia: "Tengo la obligación de hacer ver al señor Gobernador Regional que es una autoridad de toda la región y sus habitantes, y no solo de un sector como el Frente Amplio y por lo mismo como funcionario del más alto rango en el territorio debiera mantener neutralidad en este proceso electoral. Dicho lo anterior, no tengo dudas que nos pondremos de acuerdo en mejorar la calidad de vida de los vecinos de la región más allá de las diferencias políticas que nos separan".

En cuanto a la nueva configuración del Consejo Regional, con rostros de distintos sectores políticos, Millones plantea que "no es igual al parlamento", en el sentido de que se discuten temas más técnicos que políticos, por tanto anticipa un trabajo armónico entre todos los CORE. "Creo que es más urgente que nunca el diálogo y los acuerdos dentro de la composición del Consejo Regional, pues las decisiones que acá tomamos son técnicas y no ideológicas, por lo tanto se debe ayudar a todos los municipios y sus proyectos por igual, sin importar su tendencia política. Acá la prioridad debe ser solucionar los problemas de las personas y es lo que le interesa finalmente a la comunidad regional", reflexionó.

Los polémicos dichos del diputado electo, Johannes Kaiser, quien ayer renunció al Partido Republicano, siguen generando anticuerpos, especialmente por lo que comentó en su canal de YouTube acerca de los detenidos en dictadura: "Que lo escuchen bien en la Suprema. Estaban bien fusilados esa gente en Pisagua. Bien fusilados". A ello se suman sus diversos comentarios misóginos, relativizando las violaciones contra mujeres, y el haber señalado que la senador electa Fabiola Campillai tenía "bien recibida" la bomba lacrimógena que le quitó la vista.

Quien será su colega en la Cámara Baja, Andrés Celis (RN) se refirió con duras palabras a Kaiser. "Esta persona es un verdadero animal, con el debido respeto a los animales y la única manera de que alguien pudiera proferir expresiones como esa es que esté borracho, sea adicto a las drogas o alcohol y en ese contexto hay que ver cuando él asuma si tiene salud compatible con el cargo, eso se verá en su minuto".

El parlamentario del distrito 7 planteó que podría haber una salida a este tipo de situaciones. "Creo que es importante que la Convención Constitucional establezca causales de cesación en el cargo de aquellos parlamentarios que se expresen de forma tal que incitan al odio y a la violencia como lo es en este caso. No tiene ni un pero de justificación".

Las palabras de Kaiser también generaron reacciones entre la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos y Detenidos Desaparecidos de Iquique y Pisagua. A través de un comunicado señalaron que están analizando la posibilidad de emprender acciones legales contra el nuevo parlamentario. "Le recordamos al electo diputado que, en el Informe de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, documento oficial del Estado de Chile (…) determina su convicción de que nuestros familiares fueron ejecutados y hechos desaparecer sin juicio previo y violando todos sus derechos humanos".