Incendio vertical complicó labor de Bomberos en C° Mariposa
Complejo operativo desplegado por incendio de proporciones, que arrasó con diez casas. Hubo voluntarios lesionados por electrocución y derrumbes.
Matias Valenzuela - La Estrella de Valparaíso
Un estruendo, una llamarada gigante, y un incendio desatado. Eso fue lo que vieron los testigos de un destructivo incendio que afectó a diez casas en la parte baja del cerro Mariposa, obligando a desplegar un importante operativo de los servicios de emergencias.
Alrededor de las 11.00 horas de ayer se declaró la emergencia por un incendio estructural activo entre la calle Marín, y el pasaje Saavedra, en las cercanías del ascensor Mariposa. El fuego habría iniciado en el segundo piso de una de las viviendas, y se habría propagado rápidamente, dejando poco margen de tiempo para contener el siniestro. Las casas, en su mayoría hechas de material mixto y adobe, eran tierra fértil para el esparcimiento de las llamas. A eso de las 11.30 horas el fuego estaba completamente descontrolado, alimentando una oscura columna de humo que se veía desde prácticamente todo el plan porteño.
En el lugar operaban voluntarios de doce unidades de bomberos, personal municipal, Carabineros, unidades Samu, y funcionarios de la Delegación Presidencial Regional. En tanto, los vecinos se preocupaban por salvar sus cosas y ayudar a desalojar a los adultos mayores de las casas de la parte alta, a quienes se veía evidentemente preocupados por la emergencia. En las casas más cercanas a la zona del fuego, los residentes sacaban electrodomésticos, muebles y a sus mascotas ante la posibilidad de que el fuego llegara a sus hogares. Algunos almacenaban sus cosas en sus vehículos, y luego los movían a pulso con la ayuda de otras personas.
"La gente valiente estaba tratando de rescatar lo poco y nada que les quedaba. No está quedando nada, no quedó nada, nosotros estamos acostumbrados como puerto a esto, y la verdad que esto es lo bonito que no tiene Santiago, no tiene ningún otro lado, es que Valparaíso se une para todo esto, nadie se une para robar, todos se unen para ayudar, para ayudar en todo", reflexionaba John Lucero, vecino del lugar que, al igual que varias personas del sector, fue a apoyar a sus vecinos.
Lo que más se repetía entre los relatos de testigos de la emergencia, era que en el inicio del siniestro se oyeron poderosos estruendos, atribuibles a explosiones de cilindros de gas. "Nosotros estábamos terminando de darle la comida a mi hija y de repente sentimos el estallido de algo, nos asomamos y vimos una llama gigante que agarró primero la casa, y ahí el incendio se fue a todas las casas y no se pudo parar", contó Andrés López, vecino de al frente de la propiedad donde comenzó el fuego. El testigo añadió que pudo observar con sus ojos la lesión que tuvo un bombero cuando ingresó a una de las casas. "La presión de agua era nula, vi cuando se electrocutaron los dos bomberos que cayeron. Fue terrible".
Efectivamente, se registró un electrocutamiento en la emergencia, que habría ocurrido cuando dos voluntarios ingresaron a una casa, y por razones que serán investigadas, uno de ellos recibió una descarga eléctrica. Tras ser estabilizado, fue derivado de urgencia al hospital van Buren, sin riesgo vital.
La otra situación de alto riesgo ocurrió cuando el fuego estaba comenzando a encajonarse. Un grupo de bomberos atacaba las llamaradas de un muro del segundo piso de una casa, cuando éste cedió, y se precipitó sobre ellos. Los voluntarios escaparon velozmente, y lograron escapar por segundos del colapso de la estructura. No obstante, hubo dos bomberos que quedaron con contusiones por la caída de escombros, pero nada de gravedad.
Incendio vertical
La disposición de las casas, que eran de dos y tres pisos, todas contiguas, y con varias subdivisiones, fue una dificultad para la labor bomberil, ya que el fuego escalaba hacia arriba en un sector de ladera de cerro con poca accesibilidad.
El encargado de emergencias de la municipalidad de Valparaíso, Ezio Passadore, se refirió a la peligrosidad y complejidad geográfica para el control total de las llamas."Es un incendio de altísima peligrosidad por la disposición de las viviendas, por los lugares donde están emplazadas y por sus accesos. Los carros ni siquiera están cerca del incendio porque se está desarrollando al interior de pasajes. Y la materialidad de las viviendas y cercanía de las mismas, la forma en que está generando radiación lo está convirtiendo muy complicado".
En efecto, el combate a las llamas se concentró durante la primera hora en la parte baja, y una vez que lograron controlar la emergencia, el fuego ascendió a la parte alta, obligando a las unidades de emergencia a redireccionarse a la calle Baquedano para apuntar los chorros de agua a las techumbres de las otras casas, con un complicado ángulo.
El comandante de Bomberos Valparaíso, Rodrigo Romo señaló que "la propagación fue muy violenta hacia la parte alta, muy típico de Valparaíso. No tenemos mayor acceso, hay solamente un acceso que es la parte frontal que ustedes ven, y la otra parte está como a la mitad de cerro, y por ahí tenemos que llegar, lo que se nos dificulta es que hay dos propiedades que fueron muy afectadas y en este minuto están con riesgo de derrumbe, por ende los bomberos tampoco pueden acceder, y debido a eso tuvimos el accidente de los tres bomberos que se encuentran en este minuto en evaluación".
En cuanto al material de las viviendas afectadas, Romo señaló que estas favorecieron la propagación de las flamas. "Son construcciones mixtas, gran parte es de adobe, hay partes de material ligero en la parte alta, por ende la combustión y la carga de fuego es muy grande, y eso hace que esa propagación vertical sea tan violenta. Son casas de dos o tres pisos, que no se ven de distintas partes de Valparaíso, pero son de dos o tres pisos por lo que la propagación llega muy fácil a la parte alta", manifestó.
A eso de las 14.00 horas el fuego estaba controlado, pero persistían algunos puntos calientes. Los equipos sociales comenzaron a recabar la información de los damnificados, que fueron cifrados en 20, para gestionar la habilitación de albergues y otras ayudas para quienes lo perdieron todo.