Los protagonistas de la hazaña creen que la clave fue la unión del equipo
Silvio Fernández, Joel Soto y Mauricio Neveu rememoraron la inolvidable campaña que los dejó para siempre en la historia del club. Los tres coinciden en la importancia de haber ganado partidos que parecían imposibles, recordando además la fiesta que se vivió en las calles porteñas tras la corona.
Lucas Suárez Torres
Los protagonistas de aquella campaña histórica para el Decano del fútbol chileno recuerdan con nostalgia aquel lejano 2001. Si hay algo en lo que coinciden Silvio Fernández, Joel Soto y Mauricio Neveu, es que dentro de ese camarín se generó una poderosa mezcla de elementos que nutrieron el éxito en la campaña.
Soto, pieza clave del título, señala que "con el pasar del tiempo va tomando más relevancia, más por las condiciones en que está hoy Wanderers. A lo largo de mi carrera fue lo más importante, poder salir campeón después de 33 años y con el equipo de tus amores es un hito imborrable en la vida".
Fernández, hoy radicado en Guatemala, reflexiona en la misma línea que "se recuerda con mucha nostalgia y cariño hacia todos los que participamos. Pasan los años y se valora aún más. Yo era de no pensar tanto en el futuro, había que ir partido a partido confirmando el buen momento".
En tanto para Mauricio Neveu, "lo más importante es que quedas en la historia del club. Con esa generación nos tocó ascender en 1999 y ser campeón en 2001. Uno atesora esos momentos, ser campeón con el equipo del que eres hincha y donde te formaste es algo único".
Hitos verdes
Dentro de esa campaña hubo varias hazañas que se fueron cumpliendo en el desarrollo del torneo, con rachas rotas y triunfos acumulados que resultaron claves para alzar la copa. Algunos de ellos, en el que los tres exfutbolistas coinciden, son las victorias ante Unión San Felipe, Santiago Morning y Coquimbo Unido, todos triunfos de visita.
De este último encuentro, Soto fue protagonista anotando el gol agónico. "Esos hitos fueron relevantes porque la prensa lo hacía sentir así. Jugábamos y se hablaba de que al otro partido nos caíamos, fuimos derribando varias metas relevantes", dice el "huevo", a lo que Neveu agrega que "eran partidos apretados, de mucho roce en donde cada balón se luchaba al límite".
De todos esos buenos resultados, el elemento en común fue el trabajo en equipo. Así lo cree Fernández -goleador caturro de ese año con 17 anotaciones- al comentar que "queda en evidencia del trabajo colectivo. Hubo jugadores que se dieron a conocer y a confirmar su categoría en ese momento, buenos nombres como Moisés Villarroel, Jaime Riveros o Manuel Valencia y muchos más, aunque el aspecto colectivo fue primordial". "No sé si logre un plantel como se dio aquella vez, con un equipo tan parejo, entre titulares, reservas y juveniles que venían subiendo. Todos eran de gran nivel" añade el otrora volante defensivo.
Carnaval Verde
Al último encuentro de ese año, ante Audax Italiano, el Decano saltó a una cancha repleta de hinchas porteños sabiendo que era el nuevo monarca del torneo. "Fue atípico. Católica siempre jugaba antes que nosotros y nos dejaba una presión extra, nos vestimos, calentamos y sentimos que los hinchas celebraban por el resultado de la UC. No terminamos de calentar, fuimos al camarín, celebramos, gritamos y lloramos", rememora Soto.
Pero a pesar de que la meta estaba cumplida, el partido no comenzó de la mejor manera para los verdes que se vieron en desventaja en el primer tiempo. "El profe Garcés estaba enojado, golpeó la mesa para poder terminar el torneo con la guinda de la torta. Fue como un relajo natural pero después ganamos 4-2 perfectamente", señala el "huevo", autor de ese último gol en el estadio Nacional.
La fiesta afloró también en el regreso a la región, en donde miles de hinchas salieron a las calles a festejar. "Volvimos a Valparaíso y fue muy bonito con el bus cruzado en la Plaza Victoria y Pedro Montt estaba lleno de gente. Fue algo impresionante, bajó mucha gente de los cerros a recibirnos, nos subimos al techo del bus y estaban todos disfrutando", rememora Neveu.
"Es una lástima que después de haber conseguido esto, no se haya podido conseguir otro título. Miro con alegría lo que hicimos pero con tristeza lo que ha vivido el club en estos años", cierra Fernández.
40 mil personas llenaron el Nacional hace 20 años. Luego todo Valparaíso celebró en la Plaza Victoria.
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