En el nombre del padre

Hay que reconocer que la temporada final de la serie "Luis Miguel" no generó demasiadas expectativas, especialmente después de una bombástica primera temporada y una segunda algo más discreta. Ya repasados los momentos más intensos de la infancia de Luis Miguel, la pérdida de su madre y su oscilante vida personal y profesional, no quedaban demasiados intersticios que explorar en este tercer ciclo, más breve que los anteriores.

Pero la verdad es que esta última temporada, con menos estridencias que las anteriores, pone un broche de oro a la historia y lleva al espectador a reflexionar y concluir en el verdadero trasfondo de la serie, que no es sobre un cantante exitoso pero infeliz, sino sobre un hombre y su relación con la paternidad.

Al igual que las anteriores, esta tercera temporada se mueve entre dos ejes temporales; en este caso, fines de los '90 y comienzos del 2000, cuando Luis Miguel se instala en Los Ángeles, sostiene un romance con la cantante Mariah Carey y coquetea con la posibilidad de internacionalizar su carrera, al tiempo que sus más estrechos colaboradores le esquilman su fortuna a sus espaldas; y 2017, con un Luis Miguel ya bastante arruinado, con problemas de consumo excesivo de alcohol, sin un peso en el bolsillo, con una carrera tambaleante y tal vez más solo que nunca.

Hay que destacar el trabajo de los guionistas para dar un giro casi metaliterario a la serie, al incluir la producción del mismo programa de televisión que estamos viendo como salvavidas en la vida y carrera de Luis Miguel. En un particular giro de la trama, y cuando el cantante está ahogado en deudas y compromisos, aparece esta opción de hacer una serie sobre su vida y de esta forma comienza a cerrarse la historia sobre sí misma. En un desopilante momento, Luis Miguel -interpretado por Diego Boneta- conoce a Diego Boneta -interpretado por otro actor- quien encarnará a Luis Miguel en la serie.

En este último ciclo, veremos una vez más a Luisito Rey, el padre de Luis Miguel, en un racconto que lleva hasta el nacimiento de Luis Miguel y que permite darle una nueva lectura a la relación abusiva que conocimos con su hijo. "Él te admiraba", le dice en un momento a Luis Miguel su hermano menor. También reaparece Michelle, su primera hija, con quien tuvo una difícil y distante relación; y Sergiño, su hermano menor, a quien Luis Miguel debía cuidar como a un hijo, sin conseguirlo. Y en el repaso de su vida, vuelve a su memoria Hugo López, su único manager, ya fallecido, en quien Luis Miguel vio tal vez su única y verdadera figura paterna. En un gesto de protección, mientras prepararan el guion de la serie, Luis Miguel prohíbe a los productores hablar de Aracely Arámbula y, de paso, sus hijos, en un último acto de protección. Como vemos, la figura del padre circunda cada aspecto de la vida de Luis Miguel, quien concluye este ciclo con un retorno a la patria. Un buen final para una historia emotiva que va más allá del fanatismo.