Gabriel Boric será el presidente más joven de Chile, una clara renovación de la política, y como tal tiene la gran oportunidad de sacar la alfombra y limpiar hasta el último rincón de la vieja política, tal vez quedarse con "algunos retratos" de la Familia Política & Asociados colgados en la muralla, para recordar, cuando le quede tiempo, las anécdotas que le hayan contado ó que haya vivido, pero mayoritariamente Chile, lo que espera es que su equipo de gobierno, sea acorde a sus postulados de campaña, es decir por méritos de excelencia y nada de cuoteo político, amiguismo y menos nepotismo, si hasta prometió sacar de la historia, el papel social-político que habrían cumplido hasta hoy las primeras damas.
Con toda seguridad, las primeras decisiones que el presidente electo vaya tomando, desde hoy al 11 de marzo del 2022, darán cuenta, si la última versión de su programa de gobierno fue escrita en piedra o en un ágil procesador de texto, y además los consiguientes nombramientos de personas en los cargos de importancia, mostrará la cercanía/lejanía con sus últimas declaraciones y discursos, cuando la campaña política estaba en sus horas finales.
Raya para la suma, adeptos y contrarios, deben tener en una alta consideración, que si le va bien al futuro presidente Boric, les va bien a todos, hubo una elección, hubo un ganador en un proceso limpio y democrático, hubo un perdedor que reconoció su triunfo, y la curiosidad, es que ya se está tornando una habitualidad en Chile, cuatro años de gobierno de un lado y después cuatro años del otro lado, cada cuatro años, una verdadera auditoría de la gestión del presidente que se retira, nada de anquilosamientos de personas y tendencias por más años, que las experiencias a nivel del mundo, indican que ha nada bueno conducen...
Luis Enrique Soler Milla