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Crudo relato de mujer atacada por su nieto: "Me dijo 'quiero tus ojos'"

Gladys Varas de 68 años sufrió un estallido ocular bilateral lo que le provocó ceguera permanente. Sebastián Donoso quedó en prisión preventiva.
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Priscilla Barrera Ll.

Tres diligencias fundamentales se encontraban pendientes para poder formalizar a Sebastián Donoso Cisternas, el joven de 24 años que, sin motivo hasta ahora conocido, atacó a su abuela de 68 años dejándola ciega, en un hecho de violencia intrafamiliar que supera los límites de la razón. Se trataba del testimonio de los médicos que la recibieron primero en el Hospital de Quillota y luego en el Naval y el diagnóstico de sus lesiones y, el más importante, el relato de la víctima.

Por eso, el tribunal accdedió ampliar la detención del imputado hasta este lunes, día en que se desarrolló la audiencia y en la que se conoció el crudo relato de Gladys Varas, la mujer de 68 años que, sabiendo de la soledad de su nieto, de sus problemas de consumo de drogas y una depresión que padecía tras la pérdida de sus padres, hace 3 años había decidido acogerlo en su casa en la comuna de Quillota.

Previo a conocer el testimonio de la mujer que permanece fuera de riesgo vital y fue sometida a una cirugía reconstructiva en el Hospital Naval de Viña del Mar, el fiscal César Astudillo relató los hechos ocurridos al interior del domicilio donde residían víctima y victimario en calle 11 de Noviembre 669 en la Villa Empleados Particulares de Quillota el pasado 16 de diciembre.

En la audiencia, se expuso que, sin motivo aparente, Sebastián Donoso atacó a su abuela mientras ésta descansaba sobre su cama, sin lograr defenderse debido a la superioridad y fuerza de su nieto.

En la misma instancia y previo a conocerse el testimonio de la víctima, el fiscal expuso fotografías del domicilio correspondientes al informe científico policial desarrollado por la Brigada de Homicidios de la Policia de Investigaciones, donde se pudo observar no solo la dimensión y violencia del ataque, sino también, cómo el imputado intentó ocultar sus actos, utilizando cera para limpiar el piso de la habitación de su abuela.

Crudo relato

Pero sin duda lo más impactante fue escuchar el relato que brindó a los policías Gladys Varas en el centro asistencial.

La mujer relató que ese día -jueves 16-, llegó en horas de la noche a su casa desde la Casa de Acogida que mantiene junto a su familia y donde se encuentra además su esposo.

A su llegada, expuso la mujer, saludó a su nieto quien al cabo de un rato le dijo que saldría a trabajar, situación que causó extrañeza en la mujer, dado que su nieto no trabajaba.

"Sebastián estaba inquieto, sin embargo no tuvimos ninguna discusión ni nada por el estilo. No recuerdo que haya estado consumiendo drogas porque en otras ocasiones se sentía el olor (...)Luego que Sebastián sale, yo subí a mi dormitorio en el segundo piso recostándome a descansar un rato. Transcurridos no más de 30 minutos aparece Sebastián en mi pieza gritándome 'quiero tus ojos', abalanzándose sobre mí, golpeándome con sus manos, comenzando un forcejeo (...) Para posteriormente enterrarme sus dedos en mis ojos con la intención de sacar mis globos oculares. En todo momento él me gritaba que quería mis ojos. Estaba como un demonio, fuera de sí, yo trataba de defenderme pero no podía, en algún momento perdí la visión completamente y sentía que me corría sangre por la cara. Sin embargo no quise tocarme con mis manos. En algún minuto perdí el conocimiento ya que no recuerdo cómo llegué al primer piso y qué pasó con Sebastián", expuso el persecutor.

Por todo los antecedentes anteriores, el Ministerio Público formalizó por parricidio frustrado al imputado y pidió su prisión preventiva por considerarlo un peligro para la seguridad de la víctima y de la sociedad.

La magistrado Laura Catalán acogió la petición de la fiscalia y fijó un plazo de investigación de 90 días.

"Hay un acto destructivo, de humillación, frente a una víctima con capacidades físicas notoriamente inferiores".

fiscal César Astudillo

Internado en putaendo

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La defensora Génesis Órdenes cuestionó la medida cautelar y la calificación jurídica de los hechos formalizados por el Ministerio Público, considerando , a su juicio, que corresponden a lesiones graves. En la misma instancia, la defensora solicitó la suspensión condicional del procedimiento, debido a la supuesta existencia de alguna patología de orden siquiátrica, que, según la abogada, fue expuesta someramente por la propia víctima, quien en surelato, sostuvo que durante el tiempo que su nieto ha vivido con ella estuvo internado por una depresión en el hospital de Putaendo. Lo anterior fue rechazado por el tribunal al no haber -de momento- documentos que acrediten lo planteado por la defensa.