Matias Valenzuela - La Estrella de Valparaíso

La historia de Mike, y la negativa impresión que se llevó al tratar de solucionar su problema, dan cuenta de cómo las instituciones en Chile no siempre funcionan como deberían, y a veces, todo va en contra del sentido común. Lo que para nosotros es casi normal, para extranjeros es insólito.

Mike Mikhailovskii es ruso y ha viajado por todo el mundo en compañía de su cámara fotográfica y sus ganas de conocer Sudamérica. Cuenta que siempre tuvo una buena impresión de Chile (ha venido en cinco oportunidades) por su desarrollo y hermosos paisajes, opinión que se vio manchada por la reciente experiencia que tuvo.

El 22 de diciembre, en el terminal Alameda de Santiago, tomó un bus con dirección a San Antonio. Iba con una mochila y un bolso que tuvo que dejar en la repisa superior ya que el bus estaba lleno. "Vi que el bus tenía cámaras de seguridad, el viaje era directo, los boletos se revisaron antes de entrar al bus, y ni siquiera podía imaginar que alguien pudiera abrir mi mochila y sacar una computadora portátil grande", cuenta. Cuando llegó a su parada, y fue a sacar sus cosas, notó la mochila entreabierta y que le faltaba su notebook. Preguntó al resto de pasajeros, y le comentaron que durante el viaje vieron que alguien tuvo unos movimientos sospechosos cerca de su asiento, por lo tanto era posible que se lo hubieran robado, pero no le ofrecieron más guía.

Ya en el terminal de Barrancas, Mike preguntó en la oficina de la empresa Pullman Bus, y le dijeron que no se hacían responsables por pérdidas dentro del bus. Ante su solicitud de poder ver las cámaras de seguridad, le dijeron que no. "Naturalmente, no estaba de acuerdo con esto, ya que no hay advertencias en las páginas de internet de la empresa o en los autobuses de que mis cosas podrían ser robadas en el autobús. Solo hay información de que viajar en Pullman Bus es seguro y puedo disfrutarlo. Cada vez antes de abordar el autobús, le pregunto al conductor si puedo dejar mis maletas en un baúl cerrado y obtener un boleto para las cosas. Cada vez me responden que esto no es necesario", dice.

A continuación, los problemas siguieron, puso la denuncia en Carabineros, firmó el formulario, pero le señalaron que casi no había posibilidad de recuperar el computador. La siguiente puerta que tocó fue la del Sernac para denunciar la no compensación de la empresa de transportes. Allí también tuvo problemas para ingresar el reclamo, ya que no es ciudadano con residencia en Chile, y sin RUT es casi imposible emitir una solicitud formal en el organismo. Después de varias preguntas y respuestas, Mike dice que finalmente lo guiaron para poder formalizar el reclamo, pero no fue un trámite rápido. "De alguna manera completamos una solicitud por teléfono. Aunque inicialmente la representante de Sernac dijo que como soy extranjero no entiende del todo qué hacer conmigo", cuenta.

Tras esta desastrosa experiencia, el viajero ruso reflexiona: "Existe la sensación de que aquí el robo se equipara a situaciones de la vida absolutamente normales como el desayuno, el trabajo, una visita al médico. Y, si te han robado, quejarse de ello es incluso algo malo".

No hay responsables

Consultamos a Pullman Bus sobre esta situación y se nos señaló que la política de las empresas de transporte es que es responsabilidad de los pasajeros resguardar sus cosas dentro del bus, y la empresa solo se hará cargo en caso de que haya extravío o robo de maletas o mochilas que estén en el compartimento de equipaje.

En cuanto a la posibilidad de poner reclamos por parte de turistas no residentes, desde Sernac informaron que está la opción de registrarse en el sitio web www.sernac.cl, llamando en forma gratuita al teléfono 800 700 100, o a través de las oficinas regionales del Sernac. "Es importante recalcar que todos los consumidores, sean chilenos o extranjeros, tienen los mismos derechos", señalaron desde la entidad. Asimismo, se pusieron en contacto con Mike para dar seguimiento al caso.

A dos penas de cárcel que en total suman 14 años, fue condenado Manuel García Queirolo, acusado de los delitos de abuso sexual reiterado, producción y almacenamiento de material pornográfico infantil en perjuicio de la adolescente Ámbar Cornejo, asesinada y agredida sexualmente por su propia madre y la pareja actual de esta el año 2020, en la localidad de Peñablanca.

Tras una breve audiencia de lectura de sentencia -programada inicialmente para el mediodía, pero luego postergada hasta las 13.30 horas-, el Tribunal Oral en Lo Penal comunicó penas de siete años de cárcel por el delito de abuso sexual reiterado, y otros siete años por el de producción y almacenamiento de material pornográfico infantil.

El fallo de 99 páginas, que fue leído en audiencia solo en su parte resolutiva tras acuerdo de las partes, señala que, "en resumen, dos penas de siete años por cada delito, ambos en carácter de reiterado", y agrega la inhabilitación absoluta para cargos y oficios públicos y derechos políticos, y la interdicción del derecho a la guarda de menores de edad.

El tribunal había dictado, el pasado 15 de diciembre, una condena unánime para el sujeto, quien fue pareja de Denisse Llanos -mamá de la adolescente- y padre de quien fuera cuidadora de la adolescente.

El abogado que representa al papá de Ámbar y quien era querellante en el caso contra García Queirolo, Patricio Olivares, comentó tras la lectura que "en cuanto a la sensación de la familia claramente es el inicio del cierre de ciclo, por cuanto se ha iniciado ya la necesidad de justicia que ellos tenían para la víctima. Por lo tanto, lo toman como un respaldo del Poder Judicial chileno al condenar a esta persona y también a Bustamante y a Llanos en el juicio anterior".

El querellante añadió que se encuentran a la "espera de la eventual interposición de recursos de nulidad. Lo que en el caso anterior sí va a ocurrir y ya se encuentra en la Corte Suprema y estamos esperando fecha para la vista del recurso", dijo el abogado.