Luces y drones: la alternativa para el fin de la pirotecnia
Tras 14 años de fuegos artificiales, Viña del Mar estudia otras opciones para conmemorar la fiesta de Año Nuevo. Valparaíso y Concón también evalúan otros formatos.
Gian Franco Giovines - La Estrella de Valparaíso
"Estamos explorando nuevas alternativas de celebración". Con estas palabras, la alcaldesa Macarena Ripamonti dio por finalizados los fuegos artificiales de Año Nuevo en Viña del Mar, tras 14 temporadas presentes en la Ciudad Jardín.
Pese a que la edil se declaró como una fanática de los shows pirotécnicos desde que llegaron en 2004, señaló a su vez que es momento de revisar el tradicional evento y considerar los efectos nocivos que este genera en personas neurodiversas, animales y en el medioambiente.
Además, los cerca de 500 millones de pesos que cuesta el show año tras año, es otro de los factores que aleja cada vez más la pirotecnia de la Región de Valparaíso.
Esta determinación de Ripamonti es compartida por otras alcaldías del borde costero, como en la comuna de Concón, la cual decidió no lanzar fuegos de artificio en la última celebración de Año Nuevo. Valparaíso, en tanto, aún evalúa una posible cancelación del evento pirotécnico, según adelantó el alcalde Jorge Sharp.
Este escenario abre la puerta para que los municipios de la región estudien nuevas formas de conmemorar la llegada del nuevo año. Entre las opciones que se barajan, los drones y sus atractivos juegos de luces se posicionan como una de las alternativas más llamativas para las localidades costeras.
Estos dispositivos, a diferencia de los fuegos de artificio, cuentan con la ventaja de tener un reducido impacto ambiental y sonoro, resguardando la salud e integridad de personas con trastorno del espectro autista o con sensibilidad acústica, uno de los grupos que busca atender la alcaldesa Ripamonti.
El uso de estos dispositivos en eventos de celebración es un experimento más que probado. Los drones ya han acaparado las miradas en eventos como los pasados Juegos Olímpicos de Tokio y en importantes celebraciones estivales en países como Nueva Zelanda y China, con positivos resultados.
¿luces y drones en Valparaíso?
Los especialistas aseguran que esta es una alternativa que se puede llevar a cabo en la región, pero que estaría lejos de contar con el mismo despliegue que representan los shows pirotécnicos: "Al día de hoy es una propuesta técnicamente factible, que se ha hecho en otros lugares. El problema es que aquellos eventos se realizan en un lugar; en cambio, en el Gran Valparaíso son varios los puntos que se extienden a lo largo del borde costero, por lo que allí podría haber una gran dificultad logística", señala Sebastián Fingerhuth, Ingeniero Civil Electricista y académico de la PUCV.
Asimismo, el profesor destaca la estabilidad y las condiciones de seguridad que pueden entregar los dispositivos voladores: "Los drones hoy en día son súper estables, cuentan con muchas horas de pruebas y tienen pocas fallas. Además, trabajan bien en conjunto. Es muy poco probable que se caigan o choquen. Cuentan con sensores para evitar que eso ocurra, tal como ocurre con los automóviles modernos".
En términos presupuestarios, en tanto, la implementación de drones también podría aliviar en parte las golpeadas arcas de los municipios locales. Según estima el profesor Fingerhuth, un evento de Año Nuevo con drones no debería sobrepasar los 100 mil dólares (aproximadamente 88 millones de pesos) por cada punto donde se realice el espectáculo. Un monto bastante menor a los casi 500 millones de pesos que se invierten año tras año en un evento pirotécnico.
Si bien, los distintos municipios aún estudian las dposibilidades de cara a la celebración del Año Nuevo 2023, lo cierto es que los fuegos artificiales ya se despidieron de Viña del Mar, y todo apunta a que están cada vez más lejos de la Región de Valparaíso.
"A día de hoy es una propuesta técnicamente factible, el problema es el largo del borde costero".
Sebastián Fingerguth, académico PUCV
14 años estuvieron presentes los fuegos artificiales en viña del mar.
500 millones de pesos gastaba la ciudad jardín en cada show pirotécnico.