Sé fiel a tu propio corazón
¡Es tan importante que no te abandones a ti mismo! Eso te destruye, eso atenúa tu conciencia. Transigimos para recibir amor en el afuera, pero al hacerlo, nos abandonamos. Y al abandonarnos, perdemos de vista nuestra grandeza.
El asunto es que la mayoría de las personas "tratan de encajar". Pero aquellos a quienes admiramos, no hacen eso. Las almas grandes no "tratan de encajar," sino que crean cambio, porque son fieles a su propio corazón. Nunca vas a sentirte realmente aprobado si te abandonas para "poder encajar", porque al hacerlo, tú mismo te estás desaprobando.
Ámate incondicionalmente. Eres perfecto. Tienes que encontrar esa perfección. Si el afuera te afecta, solo siente la emoción y luego regresa al momento. Sé fiel a tu propio corazón. El afuera es un espejo perfecto mostrándote tus propios juicios y también tu propia grandeza. Suelta la necesidad de aprobación y camina hacia tu miedo. Eres solo tú.
Nuestros miedos y limitaciones mas profundos están grabados, como los surcos de un antiguo disco, en nuestras mentes. Ellos son la raíz de todos los patrones limitantes de comportamiento. Cuando nos enfrentamos a determinadas situaciones, esa grabación regresa, tocando las mismas reacciones una y otra vez.
Y tú vas a pensar: ¡pero esto yo ya lo había sanado! Lo único que tienes que hacer es soltarlo de nuevo. Yo todavía tengo pensamientos de abandono, era mi surco más profundo. ¡Tan profundo como el Gran Cañón! Solía darme pánico. Ahora, cuando regresa, es como un mosquito, solo lo aparto livianamente.
Eso es lo que le sucede a nuestros surcos con la expansión de la conciencia. No desaparecen, pero pierden todo su poder, porque puedes ver a través de ellos completamente. La conciencia se vuelve tan grande que tú solo atestiguas tu experiencia humana. Tus surcos siempre van a estar ahí, pero vas a empezar a atestiguarlos desde un lugar de amor absoluto. Y es entonces cuando se vuelven como un zumbido lejano, de fondo, apenas audible.
La gente habla acerca de un espacio de no mente. Atestiguar es la no mente. Tú solo atestiguas tus pensamientos, y entonces ya no te afectan más. Pero todavía están allí y la gente se confunde con eso, pensando que la mente debería estar totalmente en blanco. Es imposible que esté en blanco, porque la energía siempre se está moviendo.
El cuerpo se mueve, la mente se mueve. Algunas veces tus pensamientos serán muy esporádicos, pero eventualmente, siempre van a venir. Solo obsérvalos desde un lugar de amor.
Cuando somos niños, no pensamos. Somos inocentes y sabemos que lo único real es el amor. Pero luego atravesamos incontables situaciones que crean miedo y separación, y perdemos de vista la inocencia. Es siempre el miedo lo que te impide hacer lo que tu corazón quiere.
Es por eso que es tan importante estar en el momento. A menudo nuestras decisiones están manchadas por el fracaso de experiencias pasadas, pero cuando vives en el momento y eres inocente, todo cambia, ves todo fresco. Sé inocente y confía, aún cuando todo parezca estar saliendo mal. Solo salta y abraza lo que sea que suceda.