Diego Gotelli C.

Una década atrás, las protestas en Freirina por los hedores que emanaban desde una planta faenadora con más de 400 cerdos marcaron un precedente en los conflictos medioambientales de Chile y revelaron la carencia de una regulación que controlara dicha materia.

Un vacío que ahora las autoridades afirman comenzará a ser cubierto luego que fuera aprobada la norma de olores en el país, la que fijará límites al hedor que se pueden emanar.

Tras cuatro años desde que se inició el trabajo de la norma, la medida recientemente recibió el visto bueno unánime por parte del Consejo de Ministros para la sustentabilidad, restando así sólo su publicación en el Diario Oficial.

Cuando debute, la norma exigirá la implementación de tecnologías que reduzcan los olores según la cantidad de animales con los que cuenten. Por ejemplo, entre las obligaciones se forzará a planteles pequeños a bajar en un 70% las emisiones de sus lagunas de purín sin tratar (mezcla de heces, orina y agua de limpieza), mientras que en las plantas grandes se fijará un máximo de impacto odorante.

Se estima que la iniciativa beneficiará a 40.600 personas que viven en la zona de influencia de olores de los 83 establecimientos porcinos que por tener más de 750 animales están afectos a la nueva regulación.

"Esta norma ambiental tiene por objetivo asegurar la salud de la población y la calidad de vida de las personas", afirmó el ministro de Medio Ambiente, Javier Naranjo.

La autoridad contó que para su elaboración se trabajó con criterios internacionales, principalmente usando como base la legislación holandesa, y señaló que las sanciones podrían llegar hasta la clausura de una planta si se detectan infracciones graves.

El subsecretario (s) de Agricultura, Horacio Bórquez, enfatizó que la norma también impulsará a la industria porcina a adaptarse a niveles de la Unión Europea, algo clave para un sector exportardor.

"Es un paso a dar equilibrio en tres pilares: social, económico y ambiental", valoró la directora Nacional de ODEPA , María José Irarrazabal.

Con el pasar de los años cada vez han sido más las comunidades que han decidido cercar sus pasajes con un portón, como medida de protección ante la delincuencia. Una acción que pese a ser defendida por diversas autoridades comunales estaba fuera de norma.

Eso hasta ahora, pues el Presidente Sebastián Piñera promulgó ayer una ley que permite viabilizar iniciativas de este tipo que se realicen en pos de la seguridad.

La nueva medida aprobada en diciembre por el Congreso modifica la actual legislación de cierre de calles, que solo permitía el bloqueo en los llamados pasajes "ciegos", que son aquellas vías que confluyen en un mismo punto la salida y entrada de vehículos.

Con la norma entrante, este permiso se ampliará, facultando la instalación de portones en calles o pasajes cuyo ancho sea inferior a 7 metros y donde se pretenda cercar máximo una cuadra. Para hacerlo, el 80% de los vecinos deberá firmar a favor y el concejo municipal deberá autorizarlo. Además, no se podrá restringir el tránsito peatonal y el cierre no podrá ser superior a 7 horas continuas.

"Esta ley nos va a permitir tener mejores herramientas para eliminar o reducir los portonazos, las encerronas y las balaceras a plena luz del día", aseguró el Mandatario.

El 22% de los delitos de La Cisterna ocurren en la estación intermodal, lugar de 60.000 m2 construidos, que conecta a 20 comunas de la región convergiendo ahí más de 15 buses interurbanos, taxis colectivos, 2 líneas de metro y casi 10 andenes de intermodal de buses. Por ello ayer la gobernación de la Región Metropolitana anunció un plan de intervención integral en el sitio, tras una mesa de trabajo con el municipio, Metro y la Unidad Operativa del Tránsito, entre otros actores relevantes para la seguridad de la zona. Así se informó que durante 6 meses se entregarán los primeros objetivos. En su totalidad se busca un nuevo diseño del espacio público, señaléticas viales, mejorar la gestión de tránsito y de sensibilización al cuidado, además de coordinación con Carabineros para una seguridad integral.