"Valparaíso para principiantes y moribundos" por Gonzalo Ilabaca Página XXVI
Ante su destino trágico, el porteño no se va a negro pues tiene a su favor algo que no sabemos si es una virtud o un defecto: la resiliencia o capacidad para adaptarse positivamente a las situaciones adversas o bien posee una indolencia natural que le impide sufrir al tropezar con la misma piedra. Sea cual sea la razón (o sean ambas posibilidades simultáneamente), al porteño le gusta compartir, ya sea en una parrilla en la calle si no tiene jardín o, como muestra la pintura, en la intimidad de un privado en un bar.
Óleo sobre tela
2021
58 x 33 cm