La promesa de la vuelta del tren del sur, debe ser, la más usada en todas las últimas campañas electorales...Se hicieron grandes inversiones, construyendo las estaciones, las que hoy están abandonadas, se oxidaron esperando el mentado tren...
Pero igual, de Ripley, vuelve el tema de la vuelta del tren, pero el del sur entra en pausa, ahora es el tan esperado entre Santiago y Valparaíso, que funcionó entre 1863 y 1986 (se cerró por grave accidente) y que desde el año 1992 se viene intentando resucitarlo, pero rieles de más, rieles de menos, nuestras "Penélopes porteñas", las de la canción de Serrat, han esperado el tren, elección tras elección, y nada, el tren se hizo humo...
Raya para la suma, nuevamente despertar el sueño de un tren rápido de Santiago a Valparaíso, se agradece, pero por todas las horas, días y años que los porteños lo siguen esperando en las estaciones, tienen todo el derecho de pensar que podría ser otro "volador de luces político partidista", tan común en los discursos de la Familia Política & Asociados, tanto así, que deberían prohibir a los candidatos en Chile usar en sus letanías pre y post electorales, la palabra tren y todos sus sinónimos, basta de jugar con la buena voluntad de los porteños...Nada más oportuno que citar a Santo Tomás Apóstol... "Ver para creer"...
Luis Enrique Soler Milla