Cuando el juego realmente comienza
Los humanos se aferran a todo, buenas y malas experiencias, dramas, estrés, o lo que sea para alejarse del momento presente, yendo al pasado o al futuro. Solo se trata de recordar la verdad de quien eres, y al sanar y dejar ir lo que no eres en forma gentil, podrás vivir más en el aquí y el ahora.
Puedes tener pensamientos y al mismo tiempo estar presente, pero si esos pensamientos son compulsivos, tienes que saber que son solo estrés, o algún drama: bien, lo mueves y te enfocas en el momento.
Cuando sea que tu mente actúa compulsivamente, está tratando de evitar algo interno. Es por esto que tenemos tantas adicciones, porque no podemos estar con nosotros mismos.
Entonces, no importa la naturaleza de nuestra experiencia, ya que siempre va a ser dual. Simplemente vuelve a enfocarte en el momento presente, que es donde yace todo el poder y toda la libertad. Así veras que nunca hay nada malo en este momento. Ríndete a él y permite que el amor crezca.
La mente humana es increíble: en cuanto te sientes seguro y confiado, automáticamente comienza a destruir el momento mediante la duda. Pero tú eres aquello que eliges, entonces confía, y mantente en el momento.
Si lo que experimentas es certeza, no escuches a la mente, pues ese es tu ego: esa vocecita que trata de convencerte de que eres menos de lo que eres. Tienes que ser implacable con eso y elegir el amor, no la duda.
Solo necesitas abrirte a todo y decir "¡sí!". No te aferres a tus ideas, mantente abierto a la posibilidad de que no sean reales. Sé inocente, para así poder tener tu propia experiencia a través de la conciencia y mantente dispuesto a soltar todo. Eso también puede incluir el apego que tenemos a nuestras ideas, a nuestros sistemas de creencias y al control, que en realidad son todo lo mismo, ya que no son tu experiencia, provienen del intelecto.
Esto que yo digo puede que no tenga ningún sentido racional, pero sí resuena totalmente con el corazón. Como los seres humanos estamos tan apegados a nuestra pequeñez, a los juicios y la auto-crítica permanente, esta invitación a abrazar nuestra grandeza nos sacude. Pero eso es algo bueno, pues estamos cambiando esos hábitos.
Entonces, desde un lugar de inocencia y vulnerabilidad, nos enfocamos en la conciencia, eligiéndola en cada momento, expandiendo esa experiencia, hasta que llega el momento en que permea todo.
Al entrar en niveles de expansión más elevados, comienzas a soltar las adicciones, hablar tu verdad, soltar el control y los apegos, es decir, los pasos para la libertad y el bienestar absolutos. Entonces es cuando el juego realmente comienza, al anclarte permanentemente en la conciencia.
Siempre hay extremos y constantemente estamos buscando algo, pero una vez que llegas a este lugar de completitud, todo viene en abundancia, sin apego, con libertad.