El Endurance revela sus secretos
El barco del legendario marino inglés, destrozado por el hielo antártico, fue hallado a tres mil metros de profundidad. La hazaña de este comandante y su tripulación pasó a la historia: sobrevivieron cuatro meses en el polo comiendo focas y pingüinos. Un chileno, el piloto Luis Pardo, lideró la operación de rescate.
Agencia Efe
Una expedición de investigación que partió desde Sudáfrica en febrero pasado confirmó haber hallado en buen estado los restos del Endurance, el barco del legendario explorador polar angloirlandés Ernest Shackleton que se hundió en 1915.
"Cien años después de la muerte de Shackleton, el Endurance fue hallado a una profundidad de 3.008 metros en el mar de Wedell (en el océano Antártico)", indicó este miércoles la expedición, bautizada como Endurance22, en un comunicado.
Los restos del mítico barco fueron hallados, según el texto, "dentro del área de búsqueda definida por el equipo expedicionario antes de su partida de Ciudad del Cabo" (suroeste de Sudáfrica), en una zona a unas 4 millas al sur de la posición que el entonces capitán del navío, Frank Worsley, registró antes de que la tripulación tuviera que abandonarlo, al quedar atrapado en el hielo.
"La expedición Endurance22 ha logrado su objetivo. Hemos hecho historia polar con el descubrimiento del Endurance y completado con éxito la búsqueda del naufragio más desafiante del mundo", señaló en el comunicado John Shears, líder de la expedición.
"Estamos abrumados por nuestra buena suerte de haber localizado y tomado imágenes del Endurance. Este es, de lejos, el pecio de madera de mayor calidad que jamás haya visto. Está erguido, bien orgulloso en el lecho del mar, intacto y en un estado de preservación brillante", destacó, por su parte, Mensun Bound, director de Exploración de Endurance22.
Según este experto, en el naufragio incluso puede leerse aún la inscripción "Endurance" grabada bajo el pasamano de la borda.
lugar histórico
El equipo Endurance22 -un proyecto organizado y financiado por The Falklands Maritime Heritage Trust (FMHT)- trabajó desde el rompehielos sudafricano S.A. Agulhas II (propiedad del Ministerio de Medioambiente de la nación austral), bajo las órdenes del capitán Knowledge Bengu, y empleó para la búsqueda vehículos híbridos submarinos.
El pecio está protegido como Lugar Histórico y Monumento bajo el Tratado Antártico, según recalcó el proyecto de búsqueda en su comunicado, por lo que los investigadores se aseguraron de que mientras el naufragio era sondeado y filmado no fuera "tocado o perturbado de ninguna manera".
La expedición en la que naufragó el Endurance había partido en 1914 para intentar llegar desde el mar de Weddell hasta el mar de Ross (ambos en el océano Antártico), pasando por el Polo Sur.
Tras el naufragio del Endurance, que se había quedado atrapado y dañado por el hielo con sus 28 tripulantes a solo 160 kilómetros de la Antártida, Shackleton (1874-1922) dirigió a sus hombres por el hielo en botes salvavidas hasta la Isla Elefante, donde la gran mayoría sobrevivió meses alimentándose de focas y pingüinos.
Shackleton sabía que nadie iría a buscarlos, por lo que decidió dejar a 22 de sus hombres esperando en la Isla Elefante y partir con el resto de sus marineros en un bote salvavidas rumbo a las islas Georgias del Sur en una épica gesta en busca de ayuda.
Diecisiete días y 1.300 kilómetros después, llegaron a un centro ballenero y, cuatro meses después, regresaron a la isla para rescatar con vida a los 22 compañeros que se habían quedado atrás.
"Se cierra uno de los mayores misterios antárticos"
El Instituto Antártico Chileno (Inach) dijo este miércoles que el hallazgo en buen estado de los restos del Endurance, el barco del legendario explorador polar angloirlandés Ernest Shackleton que se hundió en 1915, "cierra uno de los mayores misterios antárticos".
"Se comienza a cerrar uno de los grandes misterios de la historia antártica vinculados al periodo de exploración heroica del territorio austral", indicó Mario Leppe, director del instituto.
Leppe destacó que lo extraordinario de haber encontrado "un navío de principios del siglo XX con este nivel de conservación, a más de 3.000 metros y en un ambiente de alta presión y bajas temperaturas, duros incluso para bacterias y otras formas de vida que se encuentran en esa capa".
EL PILOTO PARDO
La fallida expedición del Shackleton está directamente relacionada con un marino chileno: Luis Pardo Villalón, conocido popularmente como el Piloto Pardo.
Luego de dejar la Isla Elefante y partir, junto a cinco hombres, en un bote hacia Georgia del Sur, Shackleton llegó a la estación ballenera Grytviken. Desde allí intentó alcanzar las Islas Malvinas, pero fracasó y emprendió rumbo a Punta Arenas, donde logró relatar la tragedia.
El 25 de agosto zarpó desde allí la escampavía Yelcho, comandada por Luis Pardo Villalón, llevando a bordo a Shackleton y dos de sus hombres. Cinco días después, luego de atravesar el mar de Drake y adentrarse por el Atlántico sur, la Yelcho llegó a la Isla Elefante y rescató a la tripulación de Shackleton. Los hombres regresaron a salvo a Punta Arenas el 3 de septiembre de 1916.
En una carta a su padre, antes de zarpar rumbo al continente helado en su peligrosa misión, Pardo escribió: "La tarea es grande, pero nada me da miedo: soy chileno. Dos consideraciones me hacen hacer frente a estos peligros: salvar a los exploradores y dar gloria a Chile. Estaré feliz si pudiese lograr lo que otros no. Si fallo y muero, usted tendrá que cuidar a mi Laura y a mis hijos, quienes quedarán sin sostén ninguno a no ser por el suyo. Si tengo éxito, habré cumplido con mi deber humanitario como marino y como chileno. Cuando usted lea esta carta, o su hijo estará muerto o habrá llegado a Punta Arenas con los náufragos. No retornaré solo".
Tras el rescate, Pardo fue inmediatamente ascendido a piloto primero y se anotó su hazaña como nota de mérito especial en su hoja de vida. Además, recibió la medalla de la municipalidad de Punta Arenas, la medalla del Cuerpo de Salvavidas de Valparaíso, la medalla de la Liga Patriótica de Chile, la medalla de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía y la medalla de la Liga Marítima de Chile.