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[Cultura Urbana]

Esfera sonora habitable se instaló en el Parque Cultural de Valparaíso

El proyecto "Marga, cavar adentro", de la arquitecta y artista visual Victoria Jolly, se puede visitar hasta mediados de mayo.
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Marcelo Macellari C.

"Marga, cavar adentro" es el nombre de la instalación que la arquitecta y artista visual Victoria Jolly realizó con la curatoría de Pedro Donoso en la explanada del Parque Cultural de Valparaíso, donde podrá visitarse hasta mediados de mayo. Marga da nombre a una esfera sonora semihundida en mitad del césped; un refugio mitad tierra, mitad piedra compuesta por 16 gajos de hormigón que forman una cáscara. Tras dos años de investigación, la pieza concebida y fraguada con ayuda de muchas manos en el taller de Punta de Piedra, Ritoque, ocupa ahora el espacio abierto del parque como una invitación para sus visitantes.

Victoria Jolly explica que la idea "surge en el intento de cruzar el campo de las artes visuales con la arquitectura. Por una parte están presentes las preguntas desde la práctica experimental con materiales, a la que me he dedicado estos últimos años. En este caso es un trabajo con hormigón y tierra, junto con el desarrollo de una intervención que incorpore lo habitable y el lugar. La intención es invitar a re-visitar al hormigón para mirarlo como un medio todavía por explorar. El hormigón puede ser artificial y tecnológico, pero también primitivo, cercano a la tierra y a las piedras. Me interesa el diálogo entre lo artificial y lo que identificamos como natural, junto con la invención de formas como exploración donde otras disciplinas, como la música y el sonido, hacen que parezcan vivas".

El proyecto fue financiado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio (Fondart Regional) e inscrito en el marco curatorial 2022 del PcDV, "El desafío de imaginarnos nuevamente juntxs".

-¿Por qué se eligió el Parque Cultural como espacio para esta instalación?

-Me atrae mucho trabajar en la intemperie y en ese sentido esta es la primera vez que tengo la experiencia de realizar el proceso de montaje al aire libre, en un espacio público. En general había trabajado realizando intervenciones en el territorio que registraba y luego trasladaba a través de soportes a una sala o museo. Esta vez tenía la intención de buscar un lugar que cumpliera con esas dos dimensiones, la de ser un lugar en torno a la cultura pero también una plaza. Cada tarde baja gente de los cerros para estar en este gran patio, es difícil pensarnos hoy en Valparaíso sin este Parque. La elección tenía que ver con las condiciones del lugar y el tránsito de personas junto con realizar un movimiento de tierra en un suelo donde hay capas de historia. Con la prudencia y distancia al Polvorín que es la construcción más antigua del puerto y en un suelo que fue por muchos años el patio de los reos de Valparaíso. Todos esos espesores de tiempos son parte de los que queríamos desenterrar.

Múltiples significados

-¿Qué representa, si se puede plantear en ese término, este lugar mitad tierra mitad piedra?

Marga es una instalación que se compone de 16 cáscaras de hormigón cada una de ellas construida con un moldaje textil para recibir la mezcla, entonces por fuera tiene un aspecto suave con la textura de una tela y por dentro trabajé con pigmentos en la mezcla húmeda dibujando un trazo continuo. Marga es una pieza cocinada y realizada a mano; una esfera sonora semi-hundida mitad piedra (hormigón) mitad tierra, que se equilibra o se completa en una excavación. Sin ese suelo se desarma. Creo que la arquitectura es un campo en expansión dedicado a los demás, donde se trata de no cerrar los significados sobre los espacios e intervenciones resultantes, sino de que esas narrativas se sigan completando con otros. En lengua kichwa Marga significa liviano y transportable; en mapudungun es "malghen", mujer, aludiendo a las mujeres lavanderas que en tiempos prehispánicos se bañaban en el estero con el mismo nombre. Al final Marga es una piedra artificial compuesta de fragmentos que se trasladaron y montaron como una sola pieza.

-¿Por qué ésta determinada materialidad?

-El hormigón tiene como una de sus características lograr ser dos cosas antagónicas al mismo tiempo. Puede ser liso y rugoso, fluido y sólido, monolítico y quebradizo; su proceso de volverse una piedra todavía me parece mágico no sabemos el resultado hasta el final. Hacer hormigón está vinculado a la cocina, es un material muy versátil que nace de la mezcla de tres ingredientes agua, piedras y un pegamento. Nosotros tenemos fija la imagen del hormigón como un material contaminante y rígido icono de la modernidad, pero en realidad el hormigón puede cocinarse de diversas maneras y su forma depende enteramente de la geometría de sus moldes. Para trabajar con él hay que pensar con las manos y sus matrices.

-¿Cuál es la invitación que se la hace al espectador frente a esta instalación?

-Marga es una esfera sonora habitable que está hundida para invitar a escuchar lo terráqueo, fuimos acopiando un repositorio de sonidos de la naturaleza y también de procesos industriales para re-crear luego en manos del compositor Sebastián de Larraechea un imaginario subterráneo. Es un intento de que el público pueda tener la experiencia de palpar el material, observar las capas y sedimentos del suelo junto con escuchar la resonancia del lugar a través de los sentidos. Creo que cada persona escucha distinto a partir de su biografía, por ende la significación o reinterpretación de la pieza es un relato que finalmente cada uno construye. Tengo el anhelo de escucharlos todos.

La Estrella de Valparaíso