Agradecimientos al Van Buren
A través de su prestigioso medio quiero dar las gracias al Hospital Carlos Van Buren, especialmente a la Unidad de Hospitalización Domiciliaria, que dirige el doctor Francisco Vielma. Esta unidad cuenta con profesionales de vocación y excelencia que se dan por entero por la atención y cuidado de sus pacientes.
Mi madre, Marta Olguín, aquejada por una delicada enfermedad, estuvo 25 días en un centro hospitalario privado en Viña del Mar, donde si bien se le prestaron los primero auxilios, no tuvo mayor mejoría, no garantizaron siquiera que se recuperaría. Posteriormente fue ingresada al sistema público, a la Unidad de Hospitalización Domiciliaria, a finales de diciembre del año pasado, y tuvo el privilegio de ser atendida por ellos hasta marzo de este año. El doctor que la atendió se llama Miguel Tellez. Es un joven médico venezolano que trabaja en la Unidad de Hospitalización Domiciliaria del Hospital Carlos Van Buren y estuvo a cargo de mi madre por varias semanas. Este doctor de verdad fue maravilloso, responsable, comprometido, muy profesional, empático, preocupado de sus pacientes, de trato muy cordial, siempre dispuesto a despejar las dudas de los familiares; a escuchar. También quiero destacar a Carolina López, enfermera de la misma unidad. Una joven profesional, quien tuvo un trato maravilloso con mi mamá, preocupada cada vez que le tenía que tomar las muestras de sangre, súper cuidadosa, prolija, empática, de trato muy amable y muy profesional. También hacemos extensivo el agradecimiento al doctor Henry Coronel, también de nacionalidad venezolana, que es un médico de mucha experiencia, excelente profesional y persona, guía de médicos en esa misma Unidad. Muchos hemos podido acumular prejuicios sobre algunos inmigrantes, pero yo en este caso, y en nombre de mi familia, queremos señalar que hay muchos de ellos que son un verdadero aporte a nuestro país y uno de ellos es el doctor Miguel Tellez, a quien siempre le estaremos agradecidos por el trato y los cuidados que le proporcionó a nuestra Martita.
Marcela y Marcos Torres Olguín