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Los secretos del Archivo Masónico

En el Club de la República, en Santiago, se ha inaugurado al público el Archivo de la Gran Logia de Chile, con miles de legajos desconocidos.
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Por Juan Guillermo Prado

Los archivos son una fuente inagotable de material histórico. Quizás el más enigmático es el Archivo Apostólico del Vaticano, fundado en el año 1612, por el Papa Paulo V. Con 85 kilómetros lineales de extensión, es uno de los centros de investigación histórica más importantes del mundo. Posee unos 150.000 documentos, más de 650 fondos de archivos distintos, que llegan a cubrir cientos de años de historia, desde el siglo VIII.

Respecto a lo que contiene se ha dicho de todo: desde que existen antecedentes relacionados con el misterio de los ovnis hasta oscuras intrigas para derrocar gobiernos y eliminar personas. No cualquiera puede investigar allí. Les está prohibido el acceso a periodistas, estudiantes e historiadores aficionados.

Solo pueden trabajar con su documentación investigadores reconocidos, a quienes se les otorga una credencial, que deben renovar cada seis meses. Una vez admitidos, deben decir qué documentos específicos requieren y solo tienen derecho a solicitar tres documentos al día.

El Juicio a los Templarios

Allí se encuentran manuscritos originales como un pergamino de 60 metros de largo que contiene los registros de los juicios contra los Caballeros de la Orden del Temple y el pergamino de Chinon, que contiene la absolución del Papa a los templarios, en agosto de 1308. Se consideraba perdido hasta que una investigadora lo encontró en un anaquel el año 2001.

También está la Bula papal, emitida por el Papa León X en 1521, excomulgando a Martín Lutero; y cartas fechadas en 1863 de Abraham Lincoln y Jefferson Davis, ambos no católicos, en sus esfuerzos por lograr que el Papa Pío IX apoyara la Confederación durante la Guerra Civil estadounidense en contra los esclavistas sureños. Es tanta la documentación que su contenido sorprendería a cualquier erudito.

archivo nacional

En nuestro país tenemos el Archivo Nacional Histórico en Santiago, que mantiene documentos desde 1541, año de la fundación de Santiago, hasta fines del siglo XIX.

Reúne más de 314 fondos con legajos coloniales, de los jesuitas, de tiempos de inicios de la República, mapas, planos, etcétera. Son siete kilómetros lineales, aproximadamente, con unos 99.000 volúmenes de documentos.

Además, se ha creado el Archivo Nacional de la Administración que mantiene documentación del siglo XX en adelante, procedente de ministerios, servicios públicos e instituciones auxiliares de la administración de justicia, como notarios y conservadores.

El listado de archivos que existen en el país es largo. Por ejemplo, están el Archivo Judicial, que está encargado de custodiar los expedientes civiles, criminales y arbitrales, libros copiadores de sentencias y protocolos de escrituras públicas; y el Archivo del Senado que se divide en dos partes: los documentos de carácter histórico, entre 1818 y 1989, y aquellos expedientes originados desde la reapertura del Congreso en 1990. Allí están las actas de las leyes secretas, las versiones manuscritas de los procesos constituyentes y cartas de ciudadanía con las que el Senado nacionalizó a numerosos inmigrantes en el siglo XIX, entre ellos al venezolano Andrés Bello.

La Logia Filantropía Chilena

Curiosamente, el primer ciudadano que ostentó el título de Presidente de Chile fue el argentino Manuel Blanco Encalada, el año 1826. Al año siguiente, se organizó la primera logia masónica en el país, que tuvo por nombre Filantropía Chilena, cuyo Venerable Maestro precisamente fue Blanco Encalada.

El acta de fundación de esta institución está en el Archivo Masónico que acaba de inaugurarse al público.

En Valparaíso, el 24 de mayo de 1862, se fundó la Gran Logia de Chile. El primer Gran Maestro fue Juan de Dios Arlegui, cuyo mandato se extendió hasta 1872, año en que se inauguró su templo en calle Victoria. Pero el terremoto de 1906 destruyó el edificio que se incendió. Por ello la Gran Logia se trasladó a Santiago.

Para conocer más del archivo de esta institución conversamos con Antonio Ordóñez, Gran Bibliotecario y Archivero de la Gran Logia de Chile, quien señaló: "El archivo cuenta con un fondo documental de más de cien mil documentos resguardados en un total de 4.136 cajas y 636 empastes en donde la historia de la masonería data de los años 1860 en adelante. La documentación está resguardada en cajas que evitan la manipulación y la exposición a los factores lumínicos, polvo, corrosión y desgaste. Por último, los diplomas, actas de constitución, planos y demás documentación que supera las medidas normativas de una hoja de oficio, están guardados en planeras metálicas con sus respectivas carpetas de cartulina libre de ácido e interfoliadas con papel seda", explica.

-¿Qué documentos son los más significativos que contiene?

-Dentro de la documentación más importante se encuentran los diplomas, muchos de ellos del siglo XIX, donde se encuentran las firmas de grandes personajes históricos como Luis Navarrete y López, Héctor Boccardo, Alfredo Melossi, Juan de Dios Arlegui, entre otros. (Está) el acta de la logia Filantropía Chilena, documento probatorio de la primera logia chilena, 23 años antes de lo que se suponía y que contiene la firma de Manuel Blanco Encalada, y fotografías en las que podemos encontrar a varios personajes relevantes de la historia de la masonería y miembros que fueron parte de los cambios sociales de Chile como presidentes, docentes, artistas, músicos, escritores y más.

-Quienes no somos masones, ¿podemos investigar allí?

-El archivo es de carácter privado y sin fines de lucro; tendrá como prioridad la circulación de información mediante documentos digitales y será utilizado por miembros de la masonería a lo largo del país. Para los usuarios externos se solicitará un formulario con la solicitud de estudio e investigación, que será revisado por el Gran Bibliotecario y Archivero dejando constancia del motivo de estudio y la metodología de uso y circulación de los documentos.

-En el mundo, ¿hay otros archivos masónicos abiertos a las personas?

-Dentro de la masonería encontramos diferentes centros documentales como el Archivo de la Gran Logia Argentina y el Centro de Documentación Histórica de la Confederación Masónica Interamericana, que son abiertos al conocimiento público a través de páginas web con el resguardo propio de la documentación que se genera en cada institución. Al igual que el Archivo de la Gran Logia de Chile, dependen de una solicitud formal para el uso de las dependencias y de un proyecto de investigación que deje en constancia del motivo de la visita y la documentación a investigar, finaliza nuestro entrevistado.

¿Qué expedientes se encontrarán en este archivo, que quizás puedan cambiar o modificar la historia patria? Es cosa de buscar...