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El gendarme cantante

Alejandro Lynch estuvo a cargo de la cárcel de Arica y fue director regional. En su trabajo carcelario, innovó con temas de terapia musical, apoyando la rehabilitación de reclusos. Hoy se proyecta como intérprete de latin pop.
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Por Mauricio Córdova Iglesias

Un oficial de Gendarmería, que llegó a ocupar el cargo de director regional, que también fue el alcaide de una de las cárceles más complejas de nuestro país, y que estuvo 27 años en la institución, es hoy un cantante de latin pop y trabaja para potenciar su carrera musical internacionalmente.

Historia excepcional, sin duda, porque estamos ante una persona que toda su vida ha tenido una sensibilidad espiritual y artística profunda, la que ha debido combinar con, tal vez, uno de los trabajos más duros de nuestra sociedad, que consiste en lidiar minuto a minuto con personas que han cometido diversos delitos y que deben cumplir con penas aflictivas.

Se trata de la vida de Alejandro Lynch Ramírez, cuyo nombre artístico es Lynch, oriundo de Arica quien, relata, siempre tuvo, desde niño, una tremenda inclinación por la música. Se desarrolló como artista desde muy joven, pero a los 21 años, al ver que tenía que buscar un oficio con el fin de lograr vivir, en forma accidental se topó con la posibilidad de hacer una carrera en Gendarmería.

"En Arica me encontré con un amigo de infancia que era gendarme y me contó que estaban abiertas las postulaciones de la Escuela de Oficiales de Gendarmería. No sabía lo que era. Me informé, postulé y quedé. Al comienzo me cuestioné si continuar o no, pero con el tiempo me acostumbré y me di cuenta de que en la institución se podía hacer una tremenda labor social por personas que pierden el rumbo o no tienen las oportunidades en nuestra sociedad. Y también me percaté de que me podía seguir desarrollando en mi pasión musical y como cantante. De hecho, en 1995, con un año en la institución, gané el Festival Nacional de la Voz de Gendarmería, que me permitió que mis colegas me conocieran en todo Chile, en los diversos puntos a los que fui enviado. En ese Festival estuvo de jurado Italo Passalacqua, que me evaluó muy bien. Y se grabó un cassete con mi canción, que se distribuyó en todas las cárceles de Chile, y que me dio dicha fama", dice Lynch.

Terapia musical

En Gendarmería, institución de la cual hoy es oficial en retiro, Alejandro Lynch desarrolló una impecable carrera.

Estuvo destinado en Temuco, Copiapó, Valparaíso, Punta Arenas, Iquique, Pozo Almonte y, por supuesto en Arica, ciudad en la que llegó a ocupar los cargos de jefe operativo regional, alcaide de la cárcel y director regional subrogante, en más de alguna oportunidad.

"Me tocó desempeñarme en recintos carcelarios muy complejos. La cárcel de Arica tiene más de dos mil internos. El narcotráfico es una cultura, pero el delincuente de este tipo de listos es distinto, no es agresivo, se le puede enmendar el rumbo a muchos. Pero logré hacer aportes importantes con la música. En Pozo Almonte inventamos un sistema de musicoterapia para los internos, lo que fue muy exitoso, ya que logramos bajar notoriamente los índices de agresividad en la población penal. Hubo notorios cambios de conductas. También tengo una experiencia muy positiva con un interno muy refractario, de la sección juvenil, de quien una vez en un allanamiento me di cuenta que tenía una libreta con letras de rap. Me acerqué mucho a él, intercambiamos nuestras experiencias como músicos, y logramos que dejara ser un agente negativo", relata el gendarme-cantante.

Pero, obviamente, no todo fue miel sobre hojuelas. "Tuve algunos incidentes bien complejos. Siendo subteniente, hubo un motín en el que terminé esposado junto a un interno, como medida de presión de los reos. Son momentos críticos, en los que por supuesto que está en riesgo la vida, pero logramos salir adelante. También, en otra ocasión, resulté acuchillado, pero logré recuperarme", confiesa.

Críticas al sistema

"Respecto del sistema carcelario, lo primero que hay que destacar es que los funcionarios son muy profesionales y se entregan por entero a su labor. Es muy sacrificado y duro ser gendarme. Lo que pasa es que el sistema es muy garantista y como funcionarios, los gendarmes están contra la muralla, con muchas limitaciones. Los procesos de intervención son muy antiguos. Hay que cambiar la forma de enfrentar a los internos, hay que lograr rehabilitarlos para que logren reincorporarse en la sociedad", señala Lynch.

En su trayectoria, Alejandro Lynch, además de estudiar administración pública, se especializó en temas de mediación familiar y también en derechos humanos. De hecho compuso la canción "Los niños primero", que se transformó en el himno nacional de la infancia, lo que le permitió ser nombrado Miembro de Honor del Consejo Internacional de la Música de Unesco.

También recibió el premio Voces Unidas de Latinoamérica, otorgado por la Fundación Puertas Abiertas de Bolivia y Fundación Magic de Colombia.

Carrera musical

Lynch cuenta que quien lo ha ayudado mucho en su carrera musical es Benjamín Aguirre Urey, productor musical destacado, que ha recibido premios en el Festival de Olmué y que también ha destacado en "Operación Triunfo". También en España ha trabajado junto al ingeniero en mezcla Eduardo Imbelloni. Afirma que no conoce otros colegas gendarmes que se hayan dedicado a la música profesionalmente, a excepción del coronel Carlos Muñoz, de Santiago, que es un destacado folclorista.

Su material de difusión en internet indica que "se inició haciendo diversos tributos a bandas en diversos escenarios de Chile y Perú. Hoy ya tiene más de 18 temas del género latin pop, en el que fusiona lo urbano con el flamenco de raíz colombiana, entre vallenato, champeta y cumbia. Sus canciones relatan historias de amor y desamor".

Su último trabajo, que está dando a conocer por estos días, es "Por los errores del pasado", el que está promocionando en diversos países.