Nicolás Arancibia Bórquez

Jorge Garcés dijo que no le gustaba utilizar la palabra autocrítica, argumentando que la delicada situación de Santiago Wanderers, que hoy estaría descendiendo a Segunda División Profesional, se debe a una serie de factores. El ahora extécnico del Decano, cesado de sus funciones luego no saber de victorias en seis partidos de Primera B, ofreció ayer una extensa conferencia de prensa, en la que confesó, entre otras cosas, que su idea era contar con muchos más jugadores de experiencia en el plantel.

"Debí haber peleado un poco más con don Reinaldo (Sánchez, presidente del club)", esgrimió "Peineta" al ser consultado sobre cuáles son sus culpas respecto al pésimo momento deportivo de la institución, agregando que "debí haberle exigido un poco más para traer los tres o cuatro refuerzos que yo había pedido, pero él, con mucha sensatez, me dijo que no había plata, porque están pagando hoyos de antes, todavía pagan finiquitos, entonces no hay dinero".

Profundizando un poco más en su punto, el adiestrador del cuidado bigote detalló que "no le voy a decir los puestos que necesitaba por no herir a los chicos que están, pero eran cuatro, y después de que llegamos de Uruguay, estábamos casi listos para traer a al menos uno, pero no se pudo. Esa podría ser mi primera culpa, pero yo no iba a pelear con don Reinaldo, y ya de ahí en más se hizo lo que se pudo, ya que cuando no ganas tienes que ir buscando alternativas y nosotros lo intentamos todo".

En la misma línea, y ante la pregunta de si el plantel caturro no estaba bien armado para conseguir el objetivo del ascenso, el exadiestrador de Fernández Vial hizo una peculiar revelación, contando que "don Reinaldo siempre me dijo que si no subíamos este año no importaba, que subiríamos al otro. Él siempre me dijo que no teníamos más, que teníamos que cumplir y la verdad es que él tiene razón, yo no me puedo meter en la billetera del club. Hay que ser realistas, ahora seguramente habrá que hacer un esfuerzo y ojalá que a fin de año el equipo termine en la liguilla peleando el ascenso".

Su legado

Junto con los malos resultados deportivos, el tercer ciclo de Garcés en Wanderers estuvo marcado por polémicos gestos hacia los hinchas, tales como los besos que lanzó hacia la gradería tras la derrota de este fin de semana ante Magallanes.

Lejos de creer que eso puede empañar su indesmentible trayectoria en el Decano, el campeón con los porteños en la temporada 2001 indicó que "espero que se refresque la memoria, perdí solo tres partidos, otros colegas estuvieron diez o nueve partidos sin ganar y se fueron entre aplausos. Yo tuve la fortuna, y llamémosle fortuna para no ser tan engreído, de ganar la tercera estrella de Wanderers después de 33 años, y si sacamos cuentas, desde el 68 a esta parte se ganó un solo campeonato y me tocó estar liderando a ese equipo, antes hice subir al club y después lo terminé salvado en el 2010, entonces no creo que haya un divorcio con la hinchada, de hecho hoy fui a Valparaíso a firmar el finiquito y la gente me trató con mucho respeto".

Para finalizar, el otrora entrenador de la selección chilena, dejó la puerta abierta para continuar en el club en otras labores, ya sea como gerente técnico o como un asesor deportivo a nivel de directorio. "El tiempo lo dirá, los dirigentes saben que soy wanderino y que voy a estar siempre ligado a la institución, Andrés (Sánchez) y Rafael (González), que son las caras más visibles, saben que estoy incluso abierto a emitir una opinión respecto al nuevo técnico. Donde yo pueda ser útil para el club, que no quepa duda que voy a estar", cerró.

nicolas.arancibia@estrellavalpo.cl