Familia necesita reunir $10 millones para que su hija pueda respirar mejor
Pascal Roldán sufre de atresia de coanas, malformación que le obstruye el canal nasal, ocasionándole constantes secreciones que han afectado su calidad de vida y la sociabilización. Este sábado hay una "pizzatón".
Belén Velásquez - La Estrella de Valparaíso
Una lamentable situación vive una niña de solo 5 años, quien desde su nacimiento padece una malformación que le fue diagnosticada recién el mes pasado, pese a haber pasado por una serie de médicos, según cuenta su madre, Constanza Hurtado (31), quien indica que la situación de su hija la trataron incluso como una alergia.
Se trata de atresia de coanas, una afección congénita que significa la obstrucción de la parte posterior del conducto nasal, lo que hace que Pascal secrete mucosidades constantemente.
"Literalmente tenemos que sonarla cada segundos", cuenta su progenitora, quien dice que las mucosidades ya le han generado marcas en la piel y que le provocan una especie de tapón en el costado de la nariz que tiene sano.
Sistema público
La solución es operarla y como familia han decidido optar por el sistema privado, en Santiago, pues en el sistema público la demora bien puede ser de años.
"En el consultorio me dijeron que lo vea particular porque en el Calvo Mackenna podía esperar fácil seis años para que me llamaran", cuenta la madre.
El problema es el dinero, ya que la intervención tiene un costo que bordea los 10 millones de pesos, para lo cual la familia que reside en Villa Dulce, Viña del Mar, ha realizado una serie de actividades vecinales para juntar peso a peso.
Si bien no se trata de una enfermedad mortal, Constanza cuenta que la condición de su hija le ha afectado en su calidad de vida y en cómo se relaciona con sus compañeros de kínder.
Críticas a la mamá
Todo partió cuando Pascale nació. Las secreciones que expulsaba por la nariz le impedían respirar y eso le impidió tomar pecho, razón por la cual la madre -según cuenta- fue objeto de críticas por supuestamente no saber amamantarla, entre otras situaciones en las que dice ha sido cuestionada como mamá.
"Ella sufre mucho. Por ejemplo, para Navidad le pidió al viejito pascuero que le trajera algo para su nariz y cómo papás qué hacemos... Tuvo que aprender a respirar con el poco oxígeno que tiene y con mascarilla", relata la mamá.
"La llevábamos a gimnasia rítmica y sus compañeras ya no le quieren dar la mano porque sus moquitos son hediondos y se mancha la ropa o las manos. Entonces, un día ella no quiso ir más. Me dice 'mamá, están todos preocupados de mis mocos'", cuenta Constanza.
"Yo prefiero que use mascarilla porque la tapa, pero desde que escuchó que se quiere sacar la mascarilla ha sido imposible que la use", agrega.
En este escenario es que a Constanza le urge la operación de su hija, razón por la cual para este sábado se ha organizado una "pizzatón" en el Club Deportivo Tamarugal. El objeto es reunir fondos, pues la situación económica de la familia no es la óptima, ya que Constanza ha sido desvinculada de su trabajo luego de no asistir en algunas ocasiones por dedicarse a los temas médicos de su pequeña, cuyos padres mantienen una pizzería que por los mismos motivos no han podido expandir.