El "Morocho" quedó en prisión como sospechoso del crimen de Cumming
El hecho, tipificado como homicidio calificado por alevosía, ocurrió el 6 de marzo en cercanías de La Pérgola. Según Fiscalía, hay más involucrados.
Belén Velásquez - La Estrella de Valparaíso
En prisión preventiva quedó Luciano Felipe Guerrero Sánchez, alias "Morocho", sindicado como el presunto autor del crimen de Samuel Emilio Carrasco Cisternas, conocido como "el chino", cuyo deceso se registró el 6 de marzo pasado luego de ser apuñalado en las inmediaciones de la Pérgola de la subida Cumming de Valparaíso.
El imputado había sido detenido por la PDI el jueves por la mañana y ayer fue formalizado por el fiscal Osvaldo Basso, quien en base a declaraciones de testigos protegidos recopiladas por la Brigada de Homicidios, indicó que los hechos se dieron en medio de una pelea a botellazos entre dos grupos que a eso de las 5 de la madrugada se encontraban en el lugar.
"La víctima sostuvo una dicusión con el imputado Luciano Felipe Guerrero Sánchez debido a que éste, a su vez, estaba discutiendo con una pareja de mujeres", relató el persecutor.
"La víctima intercedió y el imputado, junto a tres sujetos más aún desconocidos, comienzan a agredilo con golpes de puño. La víctima cayó al suelo, ocasión que aprovechó el imputado para agredirlo en dos ocasiones en la espalda", sostuvo el fiscal que imputó el delito de homicidio calificado por alevosía, es decir, obrar a traición o sobre seguro.
ánimo de matar
Basso precisó que el ataque fue con un arma blanca tipo cuchillo y "con ánimo de matar", generando laceraciones cardiacas pulmonares, pues una vez la víctima en el piso, el imputado "se avalanzó encima" y después escapó a su casa, donde fue recibido por quien sería su madre.
Luego de aquello, un grupo de jóvenes -expuso Fiscalía- lanzó botellas a la casa, saliendo el "Morocho" a amenazar a las personas, actuar frustrado por mujeres que vivían junto a él. "Le gritaron que se pitió al chino", indicó Basso.
Asimismo, el fiscal indicó que tras el ataque, un testigo protegido declaró haber sido amedrentado por el imputado, quien residía en el mismo sector del crimen que habría confesado, según otro testigo de oída.
Amenazas
"El testimonio de un testigo de las cercanías del sector señala que el imputado lo amenazó, si es que hacía entrega de las cámaras de seguridad a las personas que se las estuvieran pidiendo", expuso el persecutor, quien solicitó la privación de libertad del presunto homicida por considerarlo un peligro para la seguridad de la sociedad.
Estas últimas declaraciones fueron acompañadas de relatos en la misma línea, indicó Basso, quien citó a locatarios de Cumming que coincidían en que el imputado en varias ocasiones amenazó con matarlos y quemar sus locales si es que hacían entrega de cámaras del lugar.
Tras los argumentos, el juez Juan Carlos Maggiolo aceptó las solicitudes del Ministerio Público, decretando la prisión preventiva -a la que la defensa no se opuso- y otorgando un plazo de investigación de 90 días.