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Dichos de Ripamonti generan ola de críticas en Viña del Mar

Alcaldesa vinculó las ollas comunes con el narcotráfico. Y aunque destacó el esfuerzo de las mujeres en dicha tarea, dirigentes, el cura Marcelo Catril y hasta los botilleros le pidieron explicaciones. Muni porteña también reaccionó.
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Belén Velásquez - La Estrella de Valparaíso

Controversia generaron los dichos de la alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, quien en un acto público afirmó que el narcotráfico ha avanzando ante la ausencia del Estado y que financió ollas comunes en la ciudad, en Valparaíso "y en todas las comunas" durante la pandemia. Sus palabras -que constan en registros de audio que suman 20 minutos y no solo los 42 segundos publicados en sus redes sociales-, según ella, fueron sacados de contexto.

Al respecto, las coordinadoras de la olla común de Parcela 11, declararon que ante "el abandono del Estado" la ayuda se obtuvo de forma "transparente y por redes sociales", por lo que exigieron que las palabras de Ripamonti "sean respaldadas con documentos, investigaciones, grabaciones o lo que sea necesario que comprueben tales afirmaciones", pues "el trabajo tan arduo y bonito no se puede ver empañado así", sostiene parte de la claración firmada por Romina Bosagna y Vilma González.

Pueblo organizado

Al paso también salió el comedor popular Luisa Toledo de Villa Francia, desde donde declararon que Ripamonti es parte de "quienes son incapaces de entender y creer que el pueblo pobre pueda organizarse. (...) Esa misma clase política que hoy hace acusaciones sobre el narcotráfico y nuestras ollas o comedores populares, son los mismos que con sus políticas mantienen en la miseria a miles de pobladores".

Fernando Garay, líder de los Twitteros Solidarios publicó que "no se puede enlodar a dirigentes e instituciones que se han esforzado mucho en tiempos de pandemia para conseguir alimentos".

Desde el Congreso, el diputado Tomás Lagomarsino apoyó a la jefa comunal indicando que "fue sacada de contexto", mientra que su par, Camila Flores, dijo "invito a la alcaldesa Ripamonti ponga antecedentes ante la justicia por sus graves declaraciones".

Por su parte, el sacerdote Marcelo Catril, conocido por su extensa trayectoria cooperando con los sectores más vulnerables de la parte alta de Viña del Mar, sostuvo que las palabras de la jefa comunal "obedecen a un desconocimiento". "Pensar que cuando no llega el Estado, llegan los narcos a ayudar es desafortunado", porque "si el Estado no llega, van a llegar las mismas personas solidarias".

Ayuda de la iglesia

"Existen muchas ONGs que crecieron, se gestionaron fundaciones, trabajaron las iglesias, las juntas de vecinos se potenciaron en todo ámbito. Me saco el sombrero también con el ámbito privado", dijo Catril, asegurando que en cuatro meses pudieron entregar cerca de 35 mil raciones de comida, distribuyendo 160 millones de pesos en ayuda. "Jamás hemos recibido un peso de parte del narcotráfico", sostuvo el sacerdote que trabaja con decenas de dirigentes viñamarinos.

El eclesiástico agregó que "como la economía está mal, las personas estan volviendo a las ollas y cuando veo esto, creo que es un comentario desafortunado. (...) Queda la sensación de que (las dirigentas) han sido coludidas con el narcotráfico, lo cual es totalmente injusto. Son afirmaciones poco felices. Me siento tocado porque si las ollas comunes crecen, la gente no va a querer ayudar porque van a decir 'estamos ayudando a narcotraficantes'", indicó Catril, quien señaló que fue contactado por Ripamonti acordando "trabajar más unidos".

"ella ni existía"

La indignación tocó también al gremio de los botilleros. El vocero Michael Puentes sostuvo que "es una falta de respeto muy grande en tiempos que ella ni siquiera existía en la municipalidad", dice el dirigente, quien contó que organizaron una rifa para llegar a unas 30 ollas comunes con dos millones de pesos, "entonces que diga que son abastecidas por narcotraficantes es una gran mentira. Le exigimos a la alcaldesa que pida disculpas públicas. (...) Tiene que ser responsable, ya que sin pruebas ensucia la labor de muchas personas", cerró Puentes.

Desde el muncipio de Valparaíso indicaron que en la comuna "las ollas comunes y panaderías populares no funcionaron gracias al narcotráfico. Todo esto fue posible gracias a la articulación de los barrios".

"Hubo una movilización ciudadana y comunitaria, también de organizaciones de la sociedad civil, incluso de empresas privadas y de diferentes iglesias que permitió que se generaran cerca de 30 mil raciones a la semana. El municipio de Valparaíso contribuyó con aportes en alimentos por cerca de $800 millones", cerró la administración de Jorge Sharp, reconociendo que "sin duda que el Estado pudo haber sido más activo".

A esta delaración se sumaron los concejales porteños Gilda Llorente, Vladimir Valenzuela, Thelmo Aguilar, Carla Sánchez, Alicia Zúñiga y Zuliana Araya, quienes a través de una declaración solicitaron a la alcaldesa Ripamonti una rectificación de sus dichos, "por el respeto que merecen cada una de las dirigencias y organizaciones de ollas comunes de nuestra comuna".

Fuera de contexto

Tras la publicación de ayer, la alcaldesa Ripamonti -que el jueves dijo que "las más de 120 ollas comunes que hubo en Viña del Mar, adivinen quién las costeó"- y su equipo reclamaron que fueron "sacados de contexto", indicando que faltó una parte de su declaración, donde se señala que "no vamos a generalizar y decir que todas las ollas comunes fueron así, obviamente la mayoría de ellas fueron por gestión autoconvocada de las propias comunidades, 99% mujeres que además de gestar su casa se dedicaban a generar almuerzos y comida para alimentar a parte de su comunidad, obviamente hay que hacer las distinciones, no una generalización apresurada". La Estrella solicitó una entrevista con la jefa comunal, pero esta solicitó remitirse a su declaración del día jueves.