Murillo advierte que ollas comunas volverán por alza de los alimentos
Los productos básicos están cada vez más caros y el consejero regional teme que se vivan momentos tan complejos como en plena pandemia. "No estamos haciendo nada, tenemos que ayudar", reconoce.
Mirian Mondaca - La Estrella de Valparaíso
Las ollas comunes y comedores solidarios son una temática que está en la palestra, y no solo por las controversiales palabras de la alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, en relación a un supuesto financiamiento por parte de delincuentes y narcotraficantes, sino que también debido al alza considerable de los productos básicos.
Cabe recordar que, según datos del INE, el IPC de los alimentos subió 3,9%, acumulando en el año 7,7%. Es más, del 1,9% total del IPC de marzo (el más elevado en 28 años) el 37% corresponde solo a alimentos.
Hoy, para los sectores más vulnerables, el alza en los precios es inquietante. Solo un ejemplo, con un producto irrenunciable para la gran mayoría de los chilenos: si hasta hace un par de meses se podía encontrar un kilo de pan por 1.200 o 1.250 pesos, actualmente el valor se eleva incluso cerca de los 2.600 pesos.
Si se considera que, en muchos hogares donde los recursos económicos escasean, la once reemplaza a la cena, esta realidad se hace más alarmante.
Preocupación
En los momentos más crudos - económicamente hablando- de la pandemia, en la Región de Valparaíso llegaron a existir cerca de 250 ollas comunes, según lo señalado por el core y expresidente del Consejo Regional, Manuel Murillo, durante cuyo período (en septiembre de 2020) se firmó un convenio con Caritas Chile para desarrollar el proyecto "Apoyo alimentario, sanitario y operativo a la implementación de ollas comunes en la Región de Valparaíso".
Muchas de aquellas ollas comunes fueron desapareciendo a medida que comenzó la recuperación de las familias y sus jefes y jefas de hogar pudieron volver a trabajar, mientras que otras derivaron en iniciativas como panaderías solidarias.
No obstante, para Murillo, el actual escenario que enfrenta la economía familiar hace pensar que este modo de organización de los vecinos y vecinas para solucionar la problemática de la alimentación podría volver.
"Yo siento, y mi preocupación es que con todo lo que está pasando en el mundo, si el alza del COVID crece, y además el tema de los gastos básicos que han crecido de forma considerable, no veo extraño que en poco tiempo más vuelvan a conformarse las ollas comunes, que en su momento fueron una solución real para los ciudadanos", lamentó el core.
Si bien los altos precios de los productos golpean a todos los integrantes del grupo familiar, debido a los bajos ingresos que reciben, los adultos mayores son quienes más podrían verse en aprietos y podrían aparecer hábitos que habían quedado en el pasado.
"Vemos que las panaderías van a empezar a vender el pan frío, lo que antes la gente no compraba hoy día lo va a volver a comprar. Estamos viendo los tiempos de los '80, en donde la gente comía del pan frío, esperaba que saliera el pan frío para comprar", comenta Murillo.
Hecho el análisis, surge la inevitable interrogante sobre qué cartas se están tomando en el asunto desde su vereda, en este caso desde el Consejo Regional,
Murillo reconoce: "La verdad, que no estamos haciendo nada". Acto seguido, el core hizo un emplazamiento: "Llamo al gobernador, a los cores, que hagamos algo (...) Hoy día creo que a través del gobernador, de los core y de las nuevas jefaturas que hay, tenemos que ser capaces de crear algún programa que vaya a ayudar en forma inmediata a quienes lo están pasando mal".