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Folclor chileno y sus categorías Presidente Sociedad de Folclor Chileno

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Por Yvaín Eltit

Muchos dirán que sistematizar los estudios del folclor está fuera de lugar. Sin embargo, cabe recurrir a nuestro pasado para comprender la gesta del folclorólogo Oreste Plath (1907-1996).

Hoy el sórdido endieciochamiento y refundacionalismo sembraron el arrumbamiento en el cual vivimos.

Oreste jamás encerró al folclor en rígidas páginas, pues lo recogía, registraba, publicaba y divulgaba en un lenguaje pedagógico. Aquella senda es la que se debe seguir, asumiendo al folclor como vivo, en evolución y propositivo, lo que no quita que podamos investigarlo siempre respetando su independencia. Indispensable se hace actualmente cuando se borra al pasado con el codo, introduciendo mitologías absurdas por pseudo eruditos olvidando el legado de Plath, Carlos Lavín Acevedo (1883-1962), María Ester Grebe Vicuña (1928-2012), Raúl Silva Castro (1905-1970), Gabriel Salazar Vergara (1936), entre otros.

El folclor chileno es dinámico y complejo. Al hablar de "folclor religioso chileno" es un conjunto de elementos. Mencionamos: animitas, festividades religiosas e incluso imágenes. Esta es una categoría, es decir, cualquier denominación que especifique al folclor en un área determinada y sus representaciones respectivas. Folclor médico, folclor urbano, folclor gastronómico, son otros casos que podríamos examinar.

Las subcategorías son los ejemplos que refieren a las categorías. Entre ellos danzas, mitos, leyendas, costumbres, lugares, jergas, creencias, alimentación y todo aspecto que permita definir un ámbito en particular.

¿Dónde queda el canto a lo humano y a lo divino? Igual que las artesanías, la lira popular o la cueca porteña, son todas subcategorías.

Algunos inventan términos como cultura tradicional o patrimonio inmaterial para designar al folclor. Las preguntas que nos hacemos de inmediato son: ¿no es qué todos tenemos cultura?, ¿por qué nombrar de otra forma al folclor?

Para mí la respuesta es multilateral. Se clausura la voz de quienes nos antecedieron, buscando palabras externas para resignificar lo territorial justificándose en pensadores latinoamericanos que poco y nada conocen de lo que sucede en Chile.

Reemplazar nuestras tradiciones es despojarnos de lo que somos. La bandera y el escudo son parte fundacional de la República, el rodeo es el deporte nacional por excelencia. Desde mi punto de vista, en la música Violeta Parra Sandoval y Los Huasos Quincheros poseen equivalencia compositiva en el contexto que sus creaciones difunden diversas escenas de nuestro país.