Por Juan Riquelme | @jriquelmediaz
Si digo proyector, tal vez lo primero que le viene a la mente son los data show de las oficinas o el colegio. Tal vez recordará unos gagdet que en la palma de una mano permiten proyectar una pared. Pues bien, The Freestyle es un proyector pero de calidad premium, adaptado a los tiempos de hoy y que es capaz incluso de funcionar con una carga externa. ¿Tiene internet? Claro que sí, eso es solo el comienzo.
Y disculpen si parezco enamorado con tantas flores que le lanzaré a este producto. El único "pero" que tiene es que -como todos los proyectores- el éxito total está asegurado solo si somos capaces de oscurecer el lugar por completo. Aunque debo admitir que con una buena cortina se puede disfrutar igualmente la calidad del video.
Vamos por parte. The Freestyle aún no tiene precio oficial en la tienda de Samsung, pero se cree -según lo que hay en retail- que costará unos 800 mil pesos. ¿Los pagaría? claro que sí.
Este proyector lo puede llevar sin problema en la mano y tiene un fijador que permite girarlo en 180°, lo que posibilita que pueda apuntar al techo, el piso o una pared. Se ve bien, claro que sí, porque este dispositivo considera ajustes automáticos de nitidez y también de ajuste de pantalla. Eso quiere decir que si proyecta "de lado", el dispositivo será capaz de dejar la imagen cuadrada en la pared y no tendrá que hacer nada, solo disfrutar. La magia la hace "Keystone auto".
La imagen de 550 LED Lumed es complementada con un sonido premium 360 incorporado y, al estar conectado a la internet, permite ver todas las plataformas que hoy utilizamos: Netflix, YouTube, Movistar+, Amazon Prime, Disney, YouTube, Apple+, y decenas de otras.
La instalación es del todo sencilla. El dispositivo se conecta a un cargador USB Tipo C a la corriente y listo. Una vez en la plataforma deberá colocar la clave de la wifi y luego las credenciales de sus plataformas, y luego de eso, a disfrutar. Trae un control remoto que hace todo más fácil.
Debo reconocer que adoré la movilidad que tiene el dispositivo. No solo puede llevarlo a otro lugar hasta con batería externa, sino que no pierde la memoria. Por ejemplo, lo llevé a casa de mis padres y solo bastó con ingresar la clave de la Wifi. El resto ya estaba todo guardado. Es portátil, poderoso y simple.
Otra cuestión que me encantó es que, tal como los proyectores de antaño, mientras más lejos, más grande el tamaño. A 2,7 metros de la pared, tendrá una pantalla de 100 pulgadas que en nada pierde calidad. Y si no quieres ver películas, series o televisión, también tienes la posibilidad de proyectar fondos temáticos, incluso para un cumpleaños o alguna fiesta.
El Rayo Review