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Marta Colombo: "Este premio se lo han merecido mujeres mucho antes que yo"

La profesional, especializada en neurología infantil, es la primera en recibir el Premio Nacional de Medicina en la historia del país. "Nosotras siempre estamos haciendo muchísimas cosas. El problema es que, en general, hay menos mujeres en puestos importantes", reflexiona.
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Generosidad, sencillez y Premio Nacional de Medicina parecieran ser tres conceptos que difícilmente podrían escribirse juntos en la misma línea. Pero la neuróloga infantil Marta Colomba los encarna todos.

Dedicó literalmente su vida entera a la investigación y al tratamiento temprano de enfermedades metabólicas en los bebés, evitando así daños cognitivos que antiguamente marcaban a esos niños de por vida. Fundó el Laboratorio de Genética y Enfermedades Metabólicas del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile (INTA) y ahora, a sus 82 años, se convirtió en la primera mujer en la historia de Chile en recibir el Premio Nacional de Medicina.

Su humildad contrasta -sin embargo- con la relevancia del hito del que Colombo es protagonista. "No lo siento como mío (el premio), sinceramente. Lo siento como de todas las doctoras y las estudiantes. Es de todas", dice entre risas, a pesar de ser la única mujer reconocida desde que se creó esta distinción en 2001.

Para la exjefa del Laboratorio de Enfermedades Metabólicas en el Hospital Carlos van Buren, siempre existieron profesionales que han realizado aportes importantes para el país: "Este premio se lo han merecido mujeres mucho antes que yo".

Mujeres relegadas

Colombo asegura que el género femenino ha sido relegado -desde hace bastante tiempo ya- y espera que este hito "sirva para más adelante, para que las médicas también puedan estar al frente y recibir los premios que merecen". Critica, además, las pocas posibilidades para ejercer cargos de poder no solo en su área, sino también en otras.

"Nosotras siempre hemos estado haciendo muchísimas cosas. El problema es, que en general, hay menos mujeres en puestos importantes".

La investigadora que, en sus 54 años de trayectoria publicó más de 100 artículos científicos, cree que es fundamental que las personas, desde pequeñas, reciban una educación formal sin distinción entre niños y niñas.

"Desde chicas debemos decirles a las mujeres que, en el fondo, somos iguales. Hay cosas que nosotras las hacemos mejor que los hombres y bueno, hay cosas que los hombres hacen mejor que las mujeres también", medita.

Lejos del pabellón

"Nos habría gustado estar trabajando en la pandemia, ayudando a la gente", dice y cuenta que, cuando comenzó la propagación de la COVID-19, junto a su esposo, el neuropediatra Fernando Novoa, consideraron la posibilidad de unirse nuevamente al cuerpo médico del Hospital van Buren, donde trabajó por 25 años. Pero, considerando que ambos están ya jubilados, afirma que "pensamos que, a lo mejor, no éramos de mucha utilidad y podíamos ser más bien un estorbo".

Pero siguió muy de cerca lo que sucedía y, por eso, valora los esfuerzos del personal de la salud desde que iniciaron los contagios en el país: "Yo encuentro que han trabajado de una manera impresionante… Se han sacrificado mucho y han hecho mucho por las personas que están enfermas", enfatiza.

La Premio Nacional de Medicina, reflexiona también sobre cómo la tercera edad ha sido marginada de la vida social en Chile. "Creo que deberían incorporarse más a la comunidad. En general, como que los dejan de lado, [las personas piensan] 'es viejito, cuidémoslo'", asevera. Agrega que debería trabajarse en la integración, pues -desde su experiencia- aún tienen mucho que aportar.

"Hemos tenido éxitos, cometido errores y eso se puede traspasar a la juventud de una manera en que puede ser útil", opina.

Medicina "humana"

La llegada de la modernidad a las consultas médicas, en específico, las atenciones telemáticas, no le parece del todo adecuada a Colombo, pues asegura que la medicina en sí debe tener un valor humano, con un acompañamiento constante al paciente. Para ella, la virtualidad -en esta área- "no me parece muy buena en esta época que estamos viviendo, donde falta tanto amor, tanta solidaridad".

Con la misma sencillez con la que comienza la conversación y pese a su prolífica y exitosa carrera -coronada ahora con el Premio Nacional- Colombo revela que ya no tiene proyectos grandilocuentes. Disfrutar de la casa con su marido y cuidar de los gatos y perros del barrio son algunos de sus panoramas.

"No estamos en nada de la medicina. Estamos queriéndonos tranquilamente con nuestra familia", declara. Entre risas, admite que "sinceramente, se me está olvidando un poco todo lo que sabía".