Documental sobre pareja que adoptó más de 100 hijos
"130 hermanos" llega hoy a Sala Insomnia (19.00 horas), seguida de un foro con su directora, Ainara Aparici.
Marcelo Macellari C. - La Estrella de Valparaiso
La emotiva historia de un matrimonio de Costa Rica que acogió a más de 100 niños que no podían ser adoptados inspira el documental "130 hermanos", de la realizadora española radicada en Chile Ainara Aparici, que tendrá una avant premiere hoy a las 19.00 horas en la Sala Insomnia del Teatro Condell, seguida de un foro con su directora, volviéndose a exhibir el viernes 20 a las 19.30 horas.
"130 hermanos" relata cómo Melba Jiménez (65) y Víctor Guzmán (70), que tienen cinco hijos biológicos, han formado una familia excepcional, adoptando y criando a decenas de niños. El documental muestra a este particular grupo familiar y los cambios que algunos de los hijos deben afrontar en el camino hacia la adultez y la llegada a este grupo familiar.
"Es una película enternecedora de ver, donde descubriremos, paso a paso, como una familia de 7 se convirtió en una de 130, criando entre 30 y 40 hijos/as del corazón por generación", destaca la directora Ainara Aparici. "Veremos, como si fuéramos un niño más, cómo hacen para organizarse, para alimentar y vestir a todo el mundo; para mantenerse económicamente y para criar a tanta gente, donde decenas de niños, niñas y adolescentes aprenden a ser hermanos y hermanas del corazón, a quererse y apoyarse. Una película dinámica y fresca para ver con toda la familia, permitiéndonos darnos cuenta de que hay esperanza, que es posible salir de muchos desafíos que vivimos, en conjunto".
Historia inspiradora
Ainara Aparici es directora, guionista y productora de documentales y películas de ficción. Es, además, directora de Kumelén, organización cultural sin fines de lucro cuyos ejes principales de acción son la sensibilización y la inspiración positiva a través del arte y la comunicación.
La idea de este filme nació hace 12 años cuando Ainara Aparici estaba recorriendo Latinoamérica, antes de radicarse definitivamente en Chile, buscando historias de personas que se consideraban felices para un proyecto documental. Cuando estaba en Costa Rica conoció a una persona que le dijo que le quería presentar a alguien muy especial. Fue así como llegó al hogar de Melba. "Me contó que en ese entonces llevaban 30 años acogiendo niñas y niños que ya no tenían otras posibilidades familiares, sobre todo grupos de hermanos, niños más grandes o con discapacidades, que no tienen posibilidades de ser adoptados. A mí esto me conmovió profundamente", recuerda la directora.
Esta pequeña y singular historia gatilló en ella que existe un problema mayor. "Al buscar más antecedentes, me percaté de que hay millones de niños, niñas y adolescentes en todo el mundo, que crecen sin hogar y además me inspiró mucho que hubiesen personas dispuestas a entregar todo lo que tienen para darles una segunda oportunidad. Y sentí que si ellos han logrado esta tremenda labor, ¿no será que podemos sumar a más personas al inspirarnos con su historia? De ahí nace mi necesidad de contar la historia", dice Aparici.
La documentalista agrega: "Es una feel good movie, lo que sería en español una película inspiradora y luminosa (...) El mensaje de la película es que el amor es una herramienta de transformación muy potente"
En chile y el mundo
"La infancia y la vulneración del derecho fundamental de los niños, niñas y adolescentes a vivir en una familia es una temática poco tratada en el cine en general -afirma Aparici-. Esta película busca mostrar este terrible drama mundial, que nos afecta silenciosamente como sociedad, pero desde una perspectiva diferente. Se estima que hoy hay cientos de millones de niños, niñas y adolescentes que crecen sin familia. Crecen sin un adulto/a responsable que los proteja, que los cuide, los contenga y los guíe.
Para la directora, "130 hermanos" conecta muy bien también con la realidad chilena: "Es una historia tan potente e inspiradora que en 2016, cuando vi en los medios de comunicación, las noticias de que morían muchos niños, niñas y adolescentes bajo la custodia del Sename, es que decidí que la película debía tener una campaña de impacto en Chile, país en el que vivo desde hace más de 9 años. Me di cuenta de que en Chile habían muy pocas familias de acogida externas y que, en general, la gente no sabía qué era esto de las familias de acogida y por eso quiero aportar.