Más de 40 temblores ponen en alerta a la Región de Valparaíso
El director del Centro Sismológico Nacional calificó el hecho como un "enjambre sísmico". Geógrafo de la PUCV, en tanto, apunta a que laguna sísmica en zona Los Vilos-San Antonio podría la antesala de un terremoto mayor.
Gian Franco Giovines - La Estrella de Valparaíso
Una seguidilla de temblores de menor y mediana intensidad han alertado a la Región de Valparaíso y a la zona central en las últimas horas.
Entre la noche del martes y la jornada del miércoles, más de 30 movimientos telúricos -con epicentro al suroeste de Los Vilos y con una baja profundidad- se dejaron sentir en las Regiones de Coquimbo, Valparaíso y Metropolitana. Algunos de estos fueron altamente perceptibles por la población, incluyendo a los cuatro sismos que alcanzaron o superaron la barrera de los 5 grados en la escala Mw.
Enjambre sísmico
La consecución de temblores en la zona central ha llamado la atención de los especialistas, quienes debaten sobre si este caso se trata o no de un enjambre sísmico, situación que ha sido preludio de grandes eventos de movimientos telúricos en otras ocasiones, como los dos terremotos de 8.2 y 7,7 Mw ocurridos en Iquique, en abril de 2014.
"Un enjambre sísmico se caracteriza porque hay una secuencia de sismos, en los cuales no hay ninguno que se destaque por su magnitud. En este caso, ya tenemos cuatro eventos de magnitud 5.0 y 5.1, de manera que son todos parecidos. Nosotros lo catalogamos como un enjambre sísmico", asegura Sergio Barrientos, director del Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile.
"Estos temblores, al ser ubicados en tan poco intervalo (de tiempo), llaman la atención", agregó Barrientos en conversación con Canal 13.
Marco Cisternas, académico del Instituto de Geografía PUCV e investigador del Núcleo Milenio Cyclo -centro que investiga este tipo de eventos-, explica la naturaleza de los movimientos telúricos: "Chile está sobre la gran falla de subducción, que va desde Arica hasta Taitao. La placa de Nazca está empujando hacia el este, mientras que la placa Sudamericana empuja hacia el oeste. Esas fuerzas se generan por el calor interno de la tierra".
300 años de 'silencio'
Más allá de la naturaleza de los deslizamientos entre ambas placas, el geógrafo Marco Cisternas aporta un antecedente que puede explicar el por qué de los últimos temblores al norte de Valparaíso: la zona central se encuentra en un sector de silencio sísmico.
"Nuestros estudios científicos muestran que la zona que quedó comprendida como un 'sándwich', entre la ruptura del 2010 -San Antonio hacia el sur- y la del 2015 -Los Vilos hacia el norte-, es el sector que no ha tenido una liberación de energía en la parte superficial de la falla", aterriza Cisternas.
"Estudiamos los terremotos de 1822, 1906 y 1985, y hemos llegado a la conclusión de que la parte más profunda de la falla ha sido la que liberó energía, pero que la parte superior no lo ha hecho desde 1730", agrega el académico.
Esta laguna sísmica de casi 300 años en la zona central ha puesto en alerta a diversos sismólogos y especialistas, quienes proyectan que un terremoto de grandes proporciones podría producirse en un mediano plazo en la zona central.
"Se deduce que la parte superior de la falla está pegada. Al estar trancada, quiere decir que está acumulando energía en la parte superior. No se ha liberado energía desde 1730, por lo que hay suficiente como para generar un terremoto grande", señala Cisternas.
En esta línea, un estudio denominado "Análisis preliminar de enjambres sísmicos de la zona central de Chile", realizado por el Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile en el año 2015, establece que en la zona de Navidad -40 kilómetros al sur de San Antonio- "la disminución en la densidad de sismicidad podría indicar que la zona se encuentra en la fase precursora de un próximo terremoto, que podría tratarse de un mega-terremoto similar al ocurrido el año 1730, dado que éstos podrían tener una periodicidad de aproximadamente 300 años", señala el documento.
Otra de las preocupaciones tiene que ver con la baja profundidad de este enjambre sísmico al norte de Valparaíso. La mayoría de los sismos de las últimas horas se han producido entre los 20 y 30 kilómetros de profundidad. Sin embargo, algunos se han reportado a menos de 10 kilómetros.
"Un terremoto superficial podría no ser tan destructivo, pero sí generar un tsunami muy grande", asegura Cisternas.
"no se puede predecir"
Finalmente, si bien el geógrafo reconoce la anomalía del último enjambre sísmico, advierte sobre lo impredecibles que son estas situaciones.
"Los científicos no podemos decir si mañana va a ocurrir un terremoto o en 20 años más. Estos temblores podrían ser indicativos de algo, como lo fue con Iquique el 2014, pero también han ocurrido seguidillas de temblores en Chile y después no ha pasado nada".