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Exboxeador pide pensión para pelear contra cáncer que lo afecta

José Badilla, destacado expúgil y campeón nacional de peso minimosca en 1981, requiere una Pensión de Gracia para financiar altos costos de tratamiento: "Junto cartones y botellas para sustentarme", asegura.
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Gian Franco Giovines - La Estrella de Valparaíso

Menudo, pero fuerte, ágil y veloz. Así recuerdan a José Antonio Badilla Inostroza. Dueño de una privilegiada técnica y una contundente pegada, el "Rayo" Badilla fue un destacado boxeador nacional en las categorías de pesos bajos.

Nacido el 12 de octubre de 1954, en la pequeña localidad de Teodoro Schmidt -Región de la Araucanía-, José se crió en el seno de una familia humilde. Apasionado por el fútbol, el jovenzuelo hacía rodar el balón todos los días con sus amigos. Sin embargo, cuando apenas era un adolescente, comenzó a trabajar en una distribuidora de bebidas, en la comuna de Linares. Allí, conoció a Edson Isla, su "patrón" y quien le abrió las puertas en el mundo del boxeo.

"Comencé a los 15 años. Él tenía un gimnasio en su casa. Ahí me dijo que yo podía probar en el boxeo. Le dije que iba a entrenar un par de meses duro antes de mi primera pelea, y así fue", cuenta José Badilla.

Tras el aliento de su jefe, Badilla se preparó para su debut amateur, el que llegaría en 1972.

"Entrené muchísimo. Mi primera pelea amateur la gané por knockout en el primer round. Ahí me empezó a gustar el tema del boxeo", relata José.

Años más tarde, Badilla se trasladó a Santiago en busca del sueño de transformarse en en un boxeador profesional, misión que logró en 1978.

El 15 de mayo de aquel año, el púgil de Teodoro Schmidt debutaría profesionalmente ante -el también nacional- Antonio Villouta. El resultado, inolvidable: un knockout técnico en su primera pelea como profesional.

De allí en más, desarrollaría una destacada trayectoria, que lo llevaría a pelear con figuras del boxeo nacional y latinoamericano, de la talla de Eloy Alca, Luis Beltrán, Héctor Velásquez y Bernardo "Chifeo" Mendoza.

Asimismo, en su estadía en la capital, Badilla entrenó con otros pesos pesados del boxeo nacional; Martín Vargas y Raúl Astorga, algunos de ellos. "Compartíamos todas las tardes cuando entrenábamos", cuenta José.

Campeón nacional

En 1981, el luchador vivió uno de los momentos más destacados de su carrera. Tras una ardua batalla que se definió en las tarjetas, el "Rayo" Badilla venció a Luis Beltrán, proclamándose como Campeón Nacional en categoría minimosca.

"Fue una pelea espectacular, con 12 rounds intensos. Yo llegué bien preparado para todos, desde el primero hasta el último", recuerda el también hermano de Benito Badilla.

José retuvo el título nacional durante 7 años y 3 meses: "Casi nadie lo ha retenido tanto como yo", destaca el expúgil.

Sin embargo, los éxitos no acabarían con la corona nacional, ya que, años más tarde, levantaría el Título Sudamericano de Peso Minimosca, tras vencer nuevamente a Luis Beltrán: "El título lo retuve durante tres años. Ahí tuve peleas internacionales, con Víctor Sierra y otros rivales. Después fui a Panamá y ahí perdí el título por puntos", recuerda.

El boxeador se muestra orgulloso de su carrera que lo llevó a recorrer 12 países con sus guantes: "Lo más lindo era representar a mi país, ahí lo único que uno quiere es entrar y ganar", asegura.

La última batalla

Mirando por el retrovisor su destacada trayectoria como púgil, el hoy viñamarino José Antonio Badilla enfrenta su última batalla: el cáncer.

En 2014 fue diagnosticado y operado a raíz de un tumor gástrico. Actualmente, el "Rayo" debe seguir financiando los altos costos de su tratamiento, el cual incluye medicamentos, vitaminas y suplementos alimenticios, por lo que pide una Pensión de Gracia, a raíz de sus logros deportivos.

"He luchado mucho por esta pensión, pero no he podido conseguirla. Le mandé una carta al señor Sebastián Piñera, pero no tuve respuesta. Este aporte se lo han dado a muchos boxeadores colegas míos, como Martín Vargas, Motorcito Miranda y a mi hermano Benito Badilla, entonces por qué no me la podrían dar a mí ", sostiene Badilla.

"Yo tengo que juntar cartones y botellas para sustentarme. Si yo tuviera un buen trabajo no estaría pidiendo esto", subraya.

El expúgil, además, sueña con ser entrenador: "Quiero tener un club y ayudar a los jóvenes, sacarlos de otras cosas".

"He luchado mucho por esta Pensión de Gracia, pero no he podido conseguirla. Necesito comprar medicamentos"

José Badilla, exboxeador.