Poca empatía
Quiero manifestar mi rabia, pena o impotencia o no sé cómo describir lo que siento. Les cuento, el pasado sábado 28 de mayo fuimos a sepultar a una persona muy querida para mí al cementerio Parque del Mar de Concón y fue tal la sorpresa con la que nos encontramos al momento del funeral mismo que todos los presentes nos mirábamos y no sabíamos qué hacer. Llegó una señorita junto a un señor y sacaron la urna de la carroza, la depositaron en el lugar que correspondía, luego pusieron la reja en donde se colocan las flores y se fueron. Los presentes, sobre todo los deudos esperaban a que alguien del parque hiciera de maestro de ceremonia e iniciara el servicio de sepultación, dando las condolencias a nombre del parque o haciendo una oración o lo que fuera habitual en estos casos, pero nada, al ver que estábamos solo las personas que acompañamos a los familiares, alguien tomó la palabra e hizo una pequeña reseña para la difunta, pero esperamos a que vinieran a bajar la urna y tampoco nada, entonces se llamó a la oficina y dijeron que éste es el protocolo del cementerio, dejar el feretro junto a los presentes de forma íntima para despedirse del ser querido y luego cuando todos se han ido van y bajan la urna, pero yo digo qué frialdad más espantosa, al ir a despedir a un ser querido no es ir a dejar un bulto cualquiera, entonces lo mínimo que se espera es un poco de respeto y consideración. Sin embargo el lunes 20 de junio, acompañé a un familiar a dejar a su mamá al cementerio Parque del Recuerdo en Stgo. y todo fue tan distinto, lo señores que trasladaron la urna desde la carroza al lugar de la sepultación lo hicieron con un cuidado y respeto que realmente se agradeció y la señorita. que hizo uso de la palabra, a nombre del parque, lo hizo con una dulzura y calma que a los presentes, sobre todo a los deudos les entregó consuelo ante la pérdida de un ser querido. Me pregunto, ¿las personas del cementerio de Concón no tienen sentimiento o solo les interesa vender un pedazo de tierra para ir a dejar una cosita sin valor? No señores, ahí se deja una parte de la vida de cada uno de nosotros, por lo tanto se espera o mejor dicho,se exige aunque sea un poquito de respeto y empatía ante el difícil momento de los deudos, la verdad es que si hubiéramos sabido de esta situación, creánlo nunca hubiéramos comprado una sepultura en este cementerio.
Marcela Rivas M.