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El discípulo de Carlos Botto Presidente Sociedad de Folclor Chileno

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Por Yvaín Eltit

Carlos Botto (1923-2004) nació en Viña del Mar el 4 de noviembre de 1923, hijo de los inmigrantes italianos Ángel Botto Larata y Aída Vallarino Borghetti.

Realizó su educación escolar en el Seminario San Rafael de Valparaíso; en paralelo tomó lecciones de música y piano con la maestra Odelia Malfatti.

En 1948 ingresó al Conservatorio Nacional de Música, donde completó su formación pianística con Herminia Raccagni Ollandini, y de composición con Domingo Santa Cruz Wilson, Juan Orrego Salas y Gustavo Becerra Schmidt.

En 1955 se licenció en interpretación superior con mención en piano y en composición musical.

Fue becado por la Fundación John Simon Guggenheim para estudiar un postgrado en Estados Unidos con Luigi Dallapiccola, renombrado compositor italiano, uno de los primeros en especializarse en dodecafonía (técnica compositiva que se basa en usar sistemáticamente los doce sonidos de la escala cromática temperada occidental).

En 1961 es nombrado director del Conservatorio Nacional de Música, incorporándose como académico donde dictará las cátedras de armonía, piano e historia de la música.

En estas aulas conoce a un joven estudiante de guitarra clásica, Luis Orlandini Robert, hoy consejero de la Sociedad de Folclor Chileno: "Fue mi profesor de una asignatura muy importante en la formación musical que es armonía por dos años. Pasó a ser algo mucho más que las clases de armonía, una inspiración en muchos sentidos porque él era un compositor muy destacado, me aconsejó en muchos sentidos y tuve el gusto de estrenar su primera obra para guitarra clásica, 'Fantasía op. 25', en 1982, hace exactamente 40 años".

El maestro Botto creyó siempre en el profesor Orlandini. Le encargó dos obras, una con el flautista Alfredo Mendieta, "Tonada op. 35" para flauta y guitarra (1984), y "Fantasía n°2 op. 37", obra para guitarra sola (1986).

En los veranos Botto impartía cursos de apreciación musical en la Escuela Moderna de Música, donde el discípulo asistió con agrado para instruirse en las vanguardias.

El Premio Nacional de Artes Musicales se le concedió a Botto el 23 de septiembre de 1996.

En nuestros días, cuando la promoción del patrimonio es imperativa, la Universidad del Bío-Bío, la Universidad Miguel de Cervantes y la Sociedad de Folclor Chileno proponemos a Luis Orlandini como Premio Nacional de Artes Musicales 2022 por promover lo docto y lo folclórico como equivalentes, reconociendo a su maestro Carlos Botto Vallarino como una presencia permanente.