Desazón en exseminarista pese a acuerdo: "Tuvimos que ceder"
Mauricio Pulgar, uno de los cinco denunciantes de abuso sexual en la diócesis de Valparaíso y que será indemnizado, confiesa que desistieron de la demanda de $1.250 millones por salud mental. "Tengo pesadillas todos los días", revela.
Mirian Mondaca Herrera - La Estrella de Valparaíso
Recuerdos horribles, que jamás se borrarán mientras viva, son las huellas permanentes que el exseminarista Mauricio Pulgar acusa llevar a cuestas desde que el sol aparece y hasta que se esconde. No hay jornada en la que este hombre, que estuvo entre 1992 y 2007 en el Seminario Mayor San Rafael de Lo Vásquez y que en 2012 denunció que fue víctima de abusos sexuales y sicológicos por parte de miembros de la Iglesia católica, no sienta las secuelas de aquel estrés postraumático que llegó para quedarse.
Tan severo es el daño sicológico que lo acompaña que reconoce que tiene problemas para conciliar el sueño: "Además del abuso sexual, es la tortura sicológica de Mauro Ojeda, de Jaime da Fonseca... Yo tengo pesadillas con eso todos los días", revela.
El impacto en la salud mental es innegable y secuelas de aquel tipo son las que se repiten también en los otros cuatro denunciantes (Gustavo Donoso, Marcelo Rodríguez, Sebastián del Río y Marcelo Soto), con los cuales en 2020 presentaron una demanda por $1.250 millones contra el Arzobispado de Valparaíso ante la Corte de Apelaciones porteña, acción de la que acaban de desistir.
Con esto, finalmente las partes llegaron a un acuerdo y la entidad solo deberá pagar una indemnización de $200 millones.
"Perdimos"
Una cifra seis veces inferior a la indemnización que solicitaban es la que recibirán los demandantes, lo que se traduce en $40 millones para cada uno. Sin lugar a dudas, visto desde el punto de vista económico, significa una derrota, lo que es reconocido por Pulgar, aunque de inmediato se apura en explicar que decidieron privilegiar su salud mental.
"Ya teníamos varios compañeros con temas de salud muy, muy fuertes (...) y ya la verdad tampoco teníamos mucho apoyo por parte del Poder Judicial y tampoco la institución eclesiástica tenía mucho interés en abrirse más (...) Analizándolo, si esperábamos dos o tres años más, íbamos a llegar exactamente a lo mismo, con todo el desgaste que implicaba y si alguno de nosotros se muriera en el camino, no tenía sentido", enfatiza el exseminarista.
De este grupo de cinco denunciantes, junto con Gustavo Donoso, Pulgar es uno de los que tuvo que soportar una mayor severidad en los abusos. De hecho, entre varias otras situaciones, se ha conocido que el sacerdote Jaime da Fonseca habría acostumbrado a realizar tocaciones y actos de connotación sexual al exseminarista.
Justamente el recuerdo de situaciones como esas son las que los atormentan, lo que junto a las desfavorables circunstancias que acusa de poco apoyo del poder político o de instituciones o instituciones de apoyo a víctimas de abuso (sí los respaldó la Fundación para la Confianza), los llevaron a tomar la decisión de desistir. "La verdad que podríamos haber seguido peleando, pero si alguno de nosotros se moría en el camino no tenía sentido. Las escuelas del estrés postraumático no son curables, es algo que me va a acompañar toda la vida (...) Nosotros perdimos, fracasamos, esa es la verdad. Tuvimos que ceder para prevalecer la salud", remarca Pulgar, quien además criticó que en el acuerdo el Obispado de Valparaíso no reconociera la existencia de encubrimiento ni de abusos sexuales.
"Tranquilidad"
En tanto, en representación de la parte denunciada, el abogado del Obispado de Valparaíso, Óscar Silva deja ver una sensación diametralmente opuesta luego de la firma de este acuerdo. "La impresión es general es de tranquilidad por haber logrado este acuerdo, un acuerdo que demoró bastante tiempo en gestarse, que supuso extensas conversaciones, sobre todo a nivel de abogados (...) Finalmente logramos llegar a un punto de consenso, no solamente en relación con lo monetario, sino que también en relación con los términos de la declaración que a los demandantes les dejara también con tranquilidad o con cierta tranquilidad", indica.
Además, el jurista aclara que el hecho de que se alcanzara este acuerdo, que conlleva la transacción, no implica un reconocimiento de todos los hechos que se señalan en la demanda ni tampoco un reconocimiento de que haya existido un encubrimiento de los hechos que son denunciados por Pulgar, Donoso, Rodríguez, Del Río y Soto.