Experto UV en picada contra cambio de hora que se hará en septiembre
El cronobiólogo, John Ewer, aseguró que es una "decisión desafortunada", ya que genera impacto en las personas: hay más infartos y accidentes.
Según oficializó el Gobierno a principios de agosto, el horario de verano comenzará a regir a partir de la segunda semana de septiembre. Cambio que si bien se produce usualmente el primer sábado del mes, el Ejecutivo decidió retrasarlo en una semana por el Plebiscito de Salida, esto porque el cambio podría afectar el proceso según advirtieron algunos parlamentarios.
De esta manera, será el próximo 10 de septiembre el cambio de hora: gran parte de los chilenos deberá ajustar sus relojes y adelantarlos en 60 minutos.
"Se establece que a contar de las 24 horas del sábado 10 de septiembre de 2022, y hasta las 24 horas del sábado 1 de abril de 2023, la hora oficial se adelantará 60 minutos", informó el comunicado del Gobierno en aquella oportunidad.
Si bien la decisión ya está tomada, los expertos no están conformes. Ese es el caso de John Ewer, cronobiólogo e investigador de la Universidad de Valparaíso (UV), quien lo catalogó como "una decisión desafortunada", debido a la serie de consecuencias que este horario trae a las personas. "Esta noticia nos desconcertó y, por qué no decirlo, nos decepcionó", subrayó el académico UV junto a Luis Larrondo, cronobiólogo de la PUC.
Consecuencias en la salud
Para John Ewer, la evidencia científica es clara: este horario trae consecuencias a la salud. "Este cambio impacta de manera negativa la salud y el desempeño de chilenas y chilenos. El primer impacto es agudo: los primeros días después del cambio de hora tendremos que levantarnos más temprano que la semana anterior, cambio que más de veinte años de registros hospitalarios de diversos países han mostrado que causa un aumento en el número de infartos y accidentes", detalla el experto.
"El segundo impacto es sostenido: el inicio del día para nuestro cuerpo está regido por un reloj biológico cuyo horario está determinado por la hora en que se levanta el sol, simplemente porque ésta es la fuente de luz más fuerte a la cual estamos expuestos. Luego del cambio de hora, el sol se levantará una hora más tarde, por lo que ceñirnos a este horario impuesto requerirá levantarnos desfasados una hora respecto al horario 'celestial' dado por la salida del sol", añade el investigador, quien asegura que además, el extender la cantidad de luz hacia el final del día atrasa la hora en que nos dormimos.
Un solo horario
El especialista asegura que las mencionadas consecuencias la viven, principalmente, los niños, adolescentes y agricultores, "estos últimos sufren, ya que las vacas se levantan cuando se levanta el sol".
En este sentido, la recomendación de los científicos apunta a quedarse con un horario único, idealmente el de invierno, es decir, el actual.
"Toda la evidencia indica que la mejor opción es no cambiar la hora y mantener de manera permanente el llamado horario de invierno. Con dicho horario despertaremos, biológicamente, más temprano y nos dormiremos también más temprano. Así estaremos más despiertos durante el día por lo que tendremos mejor desempeño y menos accidentes, y reduciremos nuestro déficit de sueño. De manera importante ya no existen factores que le hagan contrapeso a esta decisión", aseguró finalmente Ewer.