A 11 años del trágico accidente de Juan Fernández, el espíritu de nuestro Fundador Felipe Cubillos y el resto de nuestros compañeros nos acompaña más que nunca. Nos recuerdan que debemos luchar aún con más fuerza, siempre desde la libertad y la alegría, por construir un Chile de más oportunidades y menos polarización. Recordamos que el emprendimiento y la educación son las mejores herramientas de movilidad social y que no debemos descuidarlas, sino al contrario, debemos seguir impulsándolas con mayor determinación y fuerza, si de verdad queremos nivelar la cancha. Los honramos también tendiendo día a día esos miles de puentes mágicos de ayuda entre quienes quieren ayudar y quienes necesitan ayuda y quieren salir adelante. Y sobre todo, a 11 años de su partida, se nos hace cada vez más patente, la importancia de colaborar y coordinarse entre lo público y lo privado, otorgando soluciones eficientes y sostenibles a las comunidades de todo nuestro increíble país, sobre todo a aquellas más vulnerables.

Nicolás Birrell

Director ejecutivo

Desafío Levantemos Chile

Este domingo estamos llamados a 'aprobar' o a 'rechazar' la propuesta de nueva Constitución Política para Chile. Al respecto, me parece importante comentar algunos elementos para el discernimiento, del mensaje ofrecido por los obispos católicos.

En su reflexión, los pastores llaman a cumplir con el deber cívico de ir a votar, y añaden que el voto debe ser informado y en conciencia. Es muy importante nuestra participación en este plebiscito y en cualquier decisión electoral, independiente de si el voto es obligatorio o no. Con nuestro voto, participamos en las decisiones sobre nuestro futuro y el del país.

Sobre los temas que se desarrollan en el mensaje, es valorable la propuesta sobre derechos sociales, el reconocimiento a los pueblos originarios y también al medioambiente. No obstante, no es admisible la introducción explícita del aborto, como tampoco el dejar abierta la posibilidad de la eutanasia, pues la vida humana es intrínsecamente valiosa en todas sus etapas. Son cuestionables también la desfiguración de la comprensión de la familia, la restricción a la libertad de los padres sobre la enseñanza de sus hijos, y también algunas limitaciones en el derecho a la educación y a la libertad religiosa.

Los obispos de Chile finalizan con un llamado especial a que nos comprometamos con el bien común y la justicia, buscando ser artífices de paz en todos nuestros ambientes. Este desafío es de toda la humanidad. Estamos todos llamados a trabajar por hacer de Chile un mejor país para todos.

Patricio Bahamondes Becerra

Profesor de la Academia de Líderes Católicos de Chile