La Ciudad Abierta de Ritoque ahora implementará biblioteca pública
El proyecto ganador del Fondart, que será inaugurado a fines de este año, pondrá a disposición de los usuarios más de 2 mil volúmenes sobre arquitectura, arte, literatura, poesía y filosofía.
Marcelo Macellari C.
Sobre las dunas de Ritoque, la Ciudad Abierta fue fundada en 1970 por poetas, arquitectos, diseñadores, escultores, filósofos y artistas provenientes en gran parte de la Escuela de Arquitectura de la PUCV, como también de América Latina y Europa, con el objetivo de aunar vida, trabajo y estudio a partir del encuentro entre la poesía y los oficios, inspirados en un viaje realizado por el continente que se conocería como la travesía de Amereida. Más de 50 años después de ese hito, la travesía continúa y el espacio albergará El Pórtico de los Huéspedes, la biblioteca pública de Amereida, iniciativa financiada en dos etapas por el Fondart y el Fondart Regional de Creación en Arquitectura, que se espera sea inaugurada a fines de este año.
La arquitecta Victoria Jolly, quien encabeza el proyecto junto a David Jolly, cuenta que "el anhelo de tener una Biblioteca en la Ciudad Abierta existió siempre, sin embargo se materializó a través de distintas donaciones de libros y documentos. Una de ellas fue durante el rodaje del documental 'Amereida sólo las huellas descubren el mar', en París, cuando el filósofo francés François Fédier dona todos los negativos de las fotografías originales de la Travesía de Amereida de 1965, que creíamos desaparecidas. Antes de volver a Chile nos pasó un sobre escrito que decía 'para los archivos de la Ciudad Abierta, todas mis fotografías de La Amereida'. Ese gesto de alguna manera inaugura un archivo que no existía. Así como François Fédier muchos participantes, amigas y amigos de la Ciudad Abierta han donado sus libros para armar la colección".
-¿En qué momento se plantearon la idea de implementar una biblioteca que albergara esa colección?
-David Jolly: La colección de los libros ya existía pero estaban alojados en los lugares de quienes los cuidaban. En recintos más bien íntimos (donde vivían), lo que hacía difícil el acceso y el funcionamiento como biblioteca abierta. El Pórtico de los Huéspedes es la posibilidad de tener un recinto público para la Biblioteca es decir un lugar al que puedan acceder otros.
El pórtico de los huéspedes
-¿Por qué el nombre, El Pórtico de los Huéspedes?
-Victoria Jolly: en la Ciudad Abierta se propuso que todas las obras (edificios) se iniciarían con un acto poético. La poesía en ese sentido puede hacer un trayecto independiente y se adelanta a un espacio antes de construirlo como lugar. Intentamos escuchar a la poesía como una indicación o posibilidad, pero no necesariamente como una pedagogía o metodología. En el caso del Pórtico se realizaron varios actos poéticos de los que quedaron una serie de marcas sobre la arena, que luego trasladamos a dibujos y planos. Fue un primer trazado espontáneo que no nace de la arquitectura y la lógica de alojar en ella un programa. Con el nombre pasa algo similar, la palabra pórtico se pensó en el sentido de ser una puerta para quienes llegan (los huéspedes). Un pórtico en las ciudades es a donde se llega y también desde donde se parte, queríamos construir un lugar templado desde donde acceder a la Ciudad Abierta. Se trasladó en el ala Sur la administración de la Corporación Cultural Amereida que durante años se mantuvo en Recreo y ahora en el ala Norte se alojará la Biblioteca donde se pueda estar y acceder no solo al lugar sino también al pensamiento. Esperamos que eso permita nuevos diálogos e interpretaciones.
-¿Representa una continuidad, en el plano arquitectónico, respecto a los 25 edificios que ya existen en Ciudad Abierta?
-D.J: No sabemos si la relación entre los edificios ya construidos en la Ciudad Abierta tengan una continuidad tácita. Tal vez lo que permanece es la pregunta por lo que origina la obra, es una pregunta doble, por una parte tratamos de asumir el cruce con la poesía que es siempre cada vez y por otra parte está la pregunta por el espacio habitable, la relación con el entorno silvestre y la experimentación material en este caso las nuevas formas orgánicas para el hormigón. Lo distinto o nuevo de este edificio es que lo hemos construido a partir de la sucesión de varios Workshop llamados Open City Research Platform que le han dado cabida a la participación de arquitectos, docentes y estudiantes europeos y chilenos. Lo hemos realizado con huéspedes de la Ciudad Abierta y no sólo entre nosotros. Proyectamos durante el proceso de construcción de la obra, podríamos aventurar que la arquitectura también es darle cabida a la creatividad durante la construcción.
-La biblioteca cuenta con más de 2.000 volúmenes. ¿Cuáles son las temáticas y qué colecciones destacarían?
-D.J.: Por una parte está la Colección Amereida que recoge en su mayoría documentos y libros publicados por muchos de los que formamos parte de la Ciudad Abierta, desde la primera generación hasta el día de hoy. Así también libros de Arte, Literatura, Filosofía y Poesía. Hay una interesante colección de publicaciones del poeta panameño Edison Simons, junto con una valiosa colección de libros diseñados por Mauricio Amster, entre otros.
La Estrella de Valparaíso