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"No nos vamos a cansar de recuperar Valparaíso"

La dueña de Augusta Apart Hotel en cerro Alegre, confiesa que el principal desafío del gremio que representa es "encantar a la demanda interna" afectada por "la permanente mala publicidad que tiene la ciudad". Lein sigue luchando por la comuna, pese a que constantemente "se vuelve a violentar, a ensuciar", advierte con fuerza.
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La biografía de la última entrevistada de Región F da cuenta de una carrera meteórica vinculada al retail que, hace justos ocho años, dio un vuelco total al radicarse en Valparaíso. Tras ese giro, como ella misma ha reconocido, debió partir desde cero. Su trabajo como alta ejecutiva de grandes tiendas involucraba las áreas de logística, marketing, proveedores… Muchos desafíos y altas dosis de stress. La maternidad primero, y una separación después, hicieron que, pese al éxito cosechado, decidiera cambiar de vida dándose a la oportunidad de armonizar trabajo y familia en la Ciudad Puerto.

Hoy es empresaria y dirigente gremial: presidenta de la Asociación de Hoteleros de Valparaíso desde 2020 y dueña de Augusta Hotel desde el 2018. Ingeniera comercial de la Universidad Católica, tiene además un máster en SDA Bocconi, Milán, habla cuatro idiomas y tiene dos hijos. Fueron precisamente ellos el motor de su cambio: "Puse a mis niños al centro", asegura. Sin embargo, entre risas relata cómo algunos de sus ex colegas, al enterarse de su decisión, la querían declarar "interdicta, demente", recuerda.

Lein defiende su opción, frente al ajetreo capitalino, Valparaíso se le presentó como una ciudad "abordable". Porfiada y comprometida, como ella misma se define, quiso abrir su propio hotel inspirándose en el formato Bed & Breakfast que conoció en Italia, donde residió. A pesar del diagnóstico de sus propios vecinos que le advirtieron que "sobran hoteles y faltan turistas", persistió: "A mí me enseñaron que, si uno hace las cosas bien, con pasión, no tendría por qué irte mal".

Para ella, "el turismo es experiencia", una filosofía que confiesa heredó desde el mundo del retail: "Uno debe ser capaz de entregar vivencias memorables… Más en este tipo de ciudades. Más en este tipo de hotelería", recalca.

Mirada a largo plazo

El tiempo le ha dado la razón, el hotel que dirige se mantiene activo y generando ingresos después del estallido social y de la pandemia. Pero más allá de las coyunturas, esta dirigente gremial se plantea desde el trabajo constante y a largo plazo en la ciudad patrimonio: "Nos interesa una restauración permanente". Añade que cada vez que se repara, "se vuelve a violentar, a ensuciar". Es una labor de largo aliento, pero "no nos vamos a cansar de recuperar Valparaíso", dice con convicción.

Para probar su punto, se refiere a Cartagena de Indias, ciudad que, durante la época más cruda del narcoterrorismo, apenas fue afectada. "¿Por qué no la hicieron explotar? Porque la gente entendió que el turismo era una piedra filosofal y base del desarrollo para toda la comunidad… ¡Toda!", dice enérgicamente.

A su juicio, el turismo nacional es una actividad central dentro de la economía de nuestro país y "tiene para rato". Aunque, según su diagnóstico, se necesita de capital humano calificado: "Necesitamos mucha más gente con conocimiento para estructurar la enorme veta que tenemos y generar desarrollo".

En la misma línea, critica los egoísmos: "En Valparaíso hace falta aunar, suspender egos. Comprometerse", y dirige los dardos hacia las miradas cortoplacistas que sostienen que todo se puede solucionar en un periodo administrativo cuando -de acuerdo a su visión- eso está "tremendamente equivocado".

Enfrentando al Covid

Durante la pandemia, lo más fácil para la dueña de Augusta Hotel fue implementar las medidas sanitarias, mientras que lo más complejo, incluso hoy, es "encantar a la demanda interna" por "la permanente mala publicidad que tiene la ciudad". Pero no se amilana: "Somos 19 gallos súper entusiastas. Quisiéramos abarcar mucho más", asegura refiriéndose a los hoteleros que agrupa el gremio que encabeza donde la sinergia es fundamental, "aquellas empresas exitosas son las que trabajan de manera colaborativa", dice. "Yo no saco nada con reactivarme sola si el entorno no me está acompañando. La gente no viene acá a encerrarse a un hotel, viene para moverse, para ir al restorán, para ir a la tienda, al museo, a la actividad cultural", explica. "No podemos hablar de industrias de cruceros si no somos capaces de habilitar un espacio que sea exclusivo para recibir los navíos. ¿Qué tipo de experiencia voy a entregarle yo a un turista que se baja a un lugar donde tiene los contenedores al lado?", ilustra.

Entre crisis políticas, sociales y sanitarias, Karen Lein reflexiona: "Lamentablemente, el ser humano pareciera que necesita una crisis para poder salir a buscar oportunidades". Es precisamente lo que experimentó su rubro: "Si bien era ya un gremio muy estructurado, tuvimos que vernos, mirarnos y realmente trabajar juntos". No fue fácil, pero la ingeniera destaca que la totalidad de hoteles que estaban funcionando bien desde antes del estallido o la pandemia, continuó haciéndolo: "cuando las puertas se abrieron, nosotros teníamos un ecosistema que todavía estaba vivo. Con masaje cardíaco, sin duda, pero ninguno cerró", concluye.