Un gesto de nuestra actualidad que no puede pasar inadvertido ocurre cuando el ministro Carlos Montes invita a su antecesor en el cargo, Cristián Monckeberg, a la ceremonia de inauguración del Parque Urbano Mapocho Río y da como argumento: "Por nuestra amistad", frase literal en su discurso. Señala, como es natural, que conoce a su amigo y destaca los tiempos compartidos y sus cualidades de persona "dialogante que comprende distintas visiones".
Los bombardeos informativos actuales son inmorales, plantean hechos delictivos y otras funestas acciones que matan la sana convivencia. Por tal razón, lo ocurrido entre estos dos amigos no debiera ser la "punta del iceberg," ni la golondrina impotente para crear solitaria el verano. Debiera trascender y educar en buena política, en cuanto original palabra griega, y no como política partidista que separa y divide. El encuentro de la amistad conlleva una misma dirección y espíritu. Puede ser buscado con distintos diagnósticos, pero en la manifestación sincera de un Bien Común a lograr.
Hablar de La amistad es destacar un noble sentimiento. Como lo señala el escritor C.S. Lewis en su libro "The four loves": "To the Ancients Friendship seemed the happiest and most fully human of all loves; the Crown of lives and the schoolof virtue (A los Antiguos, la Amistad les parecía el más feliz y más plenamente humano de todos los amores; la corona de la vida y la escuela de las virtudes).Hay que volver a entronizarla en nuestra nación chilena, con ejemplos concretos como el que señalamos.
En el evangelio de san Juan (11:21) cuando Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no estaría muerto…Este hermano es Lázaro, el amigo (11:11) Es un reproche a Dios hecho hombre, el cual el responde conmoviéndose, Jesús lloró. (11:35) ¿ha fallado como amigo?...Sabemos lo que ocurre después…El muerto revive y se manifiesta el milagro que prueba, entre otras interpretaciones, el valor de la amistad…
El corazón de los chilenos necesita resucitar a estas revelaciones, a estas verdades. Hacerlas más cotidianas y que formen parte de las noticias del día y a día. Nobleza obliga… y si no la han heredado las nuevas generaciones a construirla hoy con actitudes que forjen destacar lo mejor que llevamos dentro. Démonos la mano mirando el rostro de aquellos que nos rodean, con la paz y la armonía de una nación de hermanos. Gracias Carlos y Cristian.
Leonardo Alexis Arriagada Avilés.
Doctor en Filosofía PUCV.
Catedrático de Antropología y Ética.