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Cuchara de palo y limpieza de la parrilla: cuide cómo cocinar

Trucos caseros para higienizar utensilios en la preparación de alimentos pueden provocar efectos adversos en la salud.
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Redacción

El mito urbano dice que una parrilla puede tener casi el doble de bacterias que un WC. Y es que diferentes estudios revelan que los microorganismos acumulados en superficies de metal y madera podrían ocasionar serios riesgos a la salud, por ello, por estos días en que el asado abunda es importante tener algunas cosas en cuenta.

Álvaro Sanhueza, ingeniero en alimentos, Magíster en Inocuidad Alimentaria y académico de Nutrición y Dietética de la Universidad Autónoma, entregó algunos consejos de cómo cuidar la alimentación en el banquete dieciochero.

Al primer elemento que le pone advertencia es a la clásica cuchara de palo, pues una de las creencias es que el pino de las empanadas queda más sabroso si se revuelve con ella, pero ¿esto es realmente higiénico? De acuerdo con el experto, su uso podría provocar una contaminación cruzada. "La utilización de este implemento está prohibido en la cocina y todo lo que sea de madera. Dada su porosidad, tiene muchas grietas donde se pueden acumular y albergar distintos microorganismos, los cuales pueden traspasarse a los alimentos. Independiente de que se limpie, no resiste una desinfección, además al ser de madera puede tener astillas y provocar que tengamos heridas al momento de ingerir el alimento", señala Sanhueza.

Para el experto, en la industria alimentaria existen una serie de opciones para cocinar con elementos resistentes a los procesos de higienización.

Además sobre el asado, un infaltable del festejo dieciochero es la parrilla. Lo usual es que se limpie esta con papel de diario, una cebolla o incluso limón. Sobre esto Sanhueza explica que "todo elemento que se use para cocinar un alimento debe ser higienizado. Limpiar la parrilla con papel solo va a servir para remover los residuos que están sueltos y nada más. Recordemos que ahí hubo materia orgánica, grasa, bacterias y los tradicionales biofilm, que son los microorganismos que se posicionan donde hay alimentos, por lo cual el papel no es la opción adecuada para la limpieza correcta de una parrilla".

El especialista agrega, "no limpiar adecuadamente una parrilla es como usar una olla sucia. Hay que retirar los residuos carbonizados porque si estos quedan podemos estar ingiriendo alimentos potencialmente cancerígenos".

De acuerdo con el académico, la parrilla debe limpiarse siempre en caliente, aprovechar el fuego, que está a una temperatura cercana a los 200 grados, lo que permitirá que la grasa se disuelva, luego se debe raspar, eliminar los residuos y sacar para lavarla con agua tibia o caliente, seguido de higienizar con algún limpiador abrasivo y finalmente secar con papel.

Para no desperdiciar las comidas que sobran en estas fiestas, es recomendable mantenerlas refrigeradas (siempre que no estén en alta temperatura para no alterar la cadena de frío). Lo ideal es aluzarlos, rotularlos y taparlos para que mantengan sus características el mayor tiempo posible. "En el caso de las carnes, estas no deberían durar más de dos o tres días, con una muy buena refrigeración. ¡Ojo! Que la recomendación es refrigerarlas con un proceso de cocción completo y no ¾ o cocción media, pues podrían aparecer otros microorganismos durante ese periodo", agrega Sanhueza.

El yodo, responsable de la destrucción de ozono en el Ártico

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La presencia de yodo en la atmósfera es uno de los principales responsables de la destrucción de ozono en el Ártico, según pudieron comprobar los científicos que participaron en la misión Mosaic, la mayor de la historia a esa zona del planeta.

Un equipo de investigadores de diecinueve países, en el que han intervenido equipos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España, participaron en el trabajo y publicaron sus conclusiones en Nature Geoscience.

Ellos situaron el yodo como la segunda causa de destrucción del ozono superficial en la atmósfera del Ártico, por detrás de la propia destrucción del ozono mediante fotólisis -la descomposición de una sustancia por acción de la luz-.

Investigadores del IQFR-CSIC se integraron en la misión Mosaic, y a bordo del rompehielos Polarsten, que quedó varado en el hielo del océano Ártico durante un año, y junto a un equipo de 600 científicos analizaron de forma rotativa los cambios relacionados con el calentamiento global.

La destrucción de ozono en la estratosfera se debe a los clorofluorocarbonos emitidos por actividades humanas; se trata de sustancias químicas asociadas al uso de sistemas de refrigeración, espumas aislantes o aires acondicionados, entre otros, que debilitan el manto de la estratosfera, donde se concentra el 90% del ozono presente.