Marruecos vence a un Chile que cumple siete meses sin anotar un gol
"Nuestra circulación de pelota fue demasiado predecible, lenta", admitió el técnico Berizzo tras caer por 2-0.
Leo Riquelme
Lo de Chile es preocupante. La Roja ayer superó los 545 minutos sin marcar un gol. Para buscar el último tanto nacional hay que ir a los archivos de febrero, cuando Alexis Sánchez venció al boliviano Carlos Lampe en La Paz, cuando aún existía la ilusión de clasificarse al Mundial. Ayer, los dirigidos por Eduardo Berizzo cayeron inapelablemente ante Marruecos por 2-0, en un amistoso disputado en Barcelona.
Chile no tenía una sequía goleadora tan aguda desde la década de 1920, lo que refleja el momento del equipo que ayer jugó de blanco.
"Nuestra circulación de pelota fue demasiado predecible, lenta (...) La idea era ir por banda y tapar la subida de los laterales (...) pero nos costó jugar (...) Necesitamos un medio más dinámico... debemos insistir en el espacio", dijo al final el DT de la Roja.
Los chilenos dejaron una opaca imagen en el RCDE Stadium del Club Espanyol, donde se notó la diferencia entre un clasificado al Mundial y otro que intenta iniciar un recambio generacional.
Los de Berizzo terminaron los 90 minutos con un 57% de posesión del balón, aunque el mapa de calor muestra que ese control se produjo en su zona defensiva. Cuando la pelota le llegaba a los laterales Juan Delgado y Nayel Rayan Mehssatou o a los volantes Erick Pulgar, Arturo Vidal y Charles Aránguiz se perdía, Alexis Sánchez retrocedía sin éxito y Ben Brereton naufragaba en solitario en el ataque.
Pero hasta los goles marroquíes, las dos ocasiones más claras de abrir la cuenta fueron de Chile, que tuvo dos tiros en los palos: uno a los 11 minutos de Brereton; y el segundo a los 58', luego que Vidal amortiguó de pecho y fusiló al meta Bono.
Con menos control del balón, los africanos lucieron una agresividad y velocidad incontrarrestable para el toque cansino de los chilenos. Berizzo ordenó el ingreso de Marcelino Núñez y Wiliams Alarcón por Pulgar y Aránguiz para revertirlo, pero la apuesta no resultó.
El único que salvó de la crítica fue el arquero Cortés, que durante el primer tiempo evitó la caída de su pórtico en al menos tres ocasiones y brindó seguridad, tal como ha hecho en todas las ocasiones en que le ha tocado vestir la tricota nacional.
Pese a ello, el iquiqueño poco pudo hacer ante el gol de penal anotado a los 66' por Sofiane Boufal y el misilazo percutado a los 78' por Abdelhamid Sabiri.
Chile enfrentará ahora el martes a Catar en Viena. Los organizadores del Mundial cayeron ayer 2-0 ante Canadá y quizás sea la ocasión para que los chilenos vuelvan al gol y comiencen un repunte que por lo visto ayer todavía está lejos, muy lejos de los rendimientos que tanto ilusionaron a sus hinchas hasta hace unos años.