En el Día Nacional del Medio Ambiente son muchos los esfuerzos que aún debemos impulsar para mitigar la sequía y el cambio climático, desde la responsabilidad que nos cabe a las distintas industrias.

Como empresa chilena, hacemos grandes esfuerzos para aumentar la plantación y reforestación del árbol de quillay; una especie esclerófila, endémica y mediterránea, con una gran capacidad de adaptación a las condiciones climáticas actuales de sequía.

Estamos convencidos de que el quillay es una real alternativa productiva a las plantaciones de especies exóticas como el eucaliptus y el pino, e incluso el palto, ya que no consume grandes cantidades de agua y aporta a la riqueza de los suelos y del ecosistema.

Por esta razón, queremos, cultivamos y cuidamos el quillay con un modelo productivo sostenible que fomenta su uso racional, con un manejo respetuoso que mejora el árbol con técnicas reguladas que le proporcionan vigor y aseguran su regeneración y, de esta manera, preservamos el equilibrio ecosistémico que favorece el ciclo del agua.

Pero esto no es todo: debido a la riqueza de su biomasa (corteza, madera, hojas) que contiene altos niveles de saponina, este árbol se ha transformado en un importante aporte de soluciones para distintas industrias alrededor del mundo como la farmacéutica, alimentaria, minera y la cosmética, entre otras. Y nuestros científicos siguen buscando nuevos usos para beneficiar a las personas y al planeta.

Invitamos a los productores chilenos, desde Valparaíso hasta Ñuble, a incorporar el quillay en sus modelos de producción, ya que, aún en las condiciones actuales de sequía, el equilibrio entre la productividad y la sostenibilidad es posible.

Andrés González

CEO de Desert King Chile

Otra vez ocurre, y no han sido pocas y de no haber cambios, seguirá ocurriendo...

El que un senador o un diputado, de un rato para otro (aunque ellos dicen que lo pensaron bastante), decide dejar el partido político bajo el cual fue elegido y mandatado por los electores para que los representara y se cambia a otro partido político, como que no ha pasado nada...¿Qué debería ocurrir? Muy simple, el senador o diputado que renuncia a su partido político, debería dejar el Congreso, irse para su casa y en la próxima elección, postular al cargo y hacer campaña bajo el nuevo partido político al que se cambia, por respeto a sus electores, que podrían no sentirse representados por su cambio de color político, y además estos sorpresivos cambios, sin ningún aviso a quienes los votaron, simplemente demuestra una vez más, que los electores solo existen para La Familia Política & Asociados antes de todas las elecciones, porque después, que son elegidos, si te he visto, no me acuerdo...

Y después se preocupan, porque la gente no va a votar y lo primero que hacen, es acordarse del voto obligatorio, en vez de analizar sus desafinaciones y faltas de compromisos con las personas que los votaron...

¡Si renuncia, se va para su casa!

Luis Enrique Soler Milla