La cinta "Argentina 1985" revive el juicio, en el cual los abogados Julio Strassera y Luis Moreno, acusaron a la dictadura militar Argentina por las graves violaciones a los derechos humanos (1976-1982). Una comisión de jóvenes juristas buscó testimonios de sobrevivientes, de familiares y lugares utilizados como detenciones y torturas. Strassera y Moreno lograron que se condenara a cadena perpetua a Jorge Videla y Emilio Massera; también se condenó a altos mandos militares por las detenciones, secuestros, torturas, muertes y desapariciones de personas. Al ver esta película, recordé los Informes Rettig, Valech (1 y 2) y la canción que dice "Todavía cantamos, todavía pedimos/ todavía soñamos/ todavía esperamos/. A pesar de los golpes, que asestó en nuestras vidas/ el ingenio del odio, desterrando al olvido a nuestros seres queridos/. Que nos digan adónde han escondido las flores/ que aromaron las calles persiguiendo un destino ¿dónde, dónde se han ido?/. Que nos den la esperanza de saber que es posible/ que el jardín se ilumine con las risas y el canto de los que amamos tanto/. Porque vuelvan al nido nuestros seres queridos/".

Derico Cofré Catril

Es inexplicable que una Empresa como FEPASA, subsidiaria de los Ferrocarriles del Estado, desde que fue creada no haya tenido ganancias y continúe funcionando. El transporte de carga es lo que deja ganancias en el rubro Riel. El transporte de pasajeros no deja ganancias. Es un tema social. EFE cometió la torpeza de entregar la carga a una empresa ignorante que no tiene idea lo que es transportar productos por riel. ¿Quién se atreve a transportar huevos por ferrocarril?

Si EFE hubiese conservado la carga, ya tendríamos, hace años el Ferrocarril anunciado pero jamás realizado, de Alameda- Valparaíso.

Renato Norero V.

Viña del Mar

Se acabaron los aforos, el uso de la mascarilla es obligatorio solo en las instituciones de salud y se terminó el pase de movilidad. La tan ansiada normalidad pareciera acercarse, sin embargo, todavía falta. Me refiero especialmente a la escasez de micros, situación que se acentuó durante estos dos últimos años de pandemia.

Este problema quedó en evidencia este fin de semana largo. La tarde del domingo solo un taxi estaba trabajando en la plaza Aníbal Pinto (a pesar de que ayer era feriado y andaban más personas que en un domingo habitual en el sector), la micro "O", una de las más turísticas de Valparaíso, brillaba por su ausencia y para qué decir de las máquinas que van a la playa, muy pocas y llenas.

El diagnóstico está hecho hace rato, falta de conductores por el cruel sistema de trabajo, principalmente; entonces no se entiende por qué las autoridades no se toman más en serio este asunto. Por eso Valparaíso es un pueblo fantasma después de las 19, al igual que el centro de Viña del Mar. Todos arrancan temprano a sus casas antes de no tener en qué llegar. Y algunos culpan a los vehículos de aplicación...

Isabel Rojas