Ya no te quiero cuidar
Hace ya varios años entré a Carabineros, con una ilusión muy linda. Desde pequeño sentí un llamado muy especial, y era el de pertenecer a una institución que ayudara a mi país. Pasaron los años y ese sentimiento no desapareció, por el contrario, se acrecentó y se encaminó a la institución más grande de mi país: Carabineros de Chile.
Nosotros somos los encargados de velar por el bienestar de todos los habitantes de nuestro país… y quien comparte el verde uniforme, en cualquiera de sus escalafones, comparte con vigor ese sentimiento y vocación
de servicio.
Han transcurrido los años y hoy después de la muerte de otro hermano de armas, de un camarada, me pregunto ¿qué más quieren de nosotros? ¿Se han puesto en nuestros zapatos y han sido empáticos? ¿Quieren saber qué siente un carabinero? Un carabinero siente amor profundo por su país, aunque azotes le lleguen, pero cuando mi cuerpo asesinado yace en el piso… ¿quién de ustedes le dirá a mis hijos y a mi esposa su padre ha muerto, lo asesinaron? ¡Nuestra muerte es tan supérflua al límite de lo banal para la mayoría del país! pero ¿Saben qué duele más? En declaraciones del gobierno la ministra Camila Vallejos dijo "de quienes estuvieron presentes en ese momento, que no nos cabe duda que jamás estuvo, muchos que presenciaron y fueron testigos de los hechos, en sus intenciones que terminara una persona fallecida por este procedimiento policial". ¿Saben lo que es escuchar del Estado de Chile que no les importó la muerte de un carabinero? Fue en ese momento en que sentí rabia, primera vez en mi carrera que siento rabia y quiero dejar mi uniforme, primera vez que quiero dejar de cuidarlos por cuidarme yo, cuidar a mis hijos, cuidar a mi familia, como lo hace cada uno de ustedes.
Hoy tengo pena, tengo rabia, porque me miran como un número más, un objeto al que pueden golpear, matar, arrastrar, escupir… un chivo expiatorio del Estado… porque para ellos y para todos ustedes somos unos pacos más y para eso nos pagan. Pero son esos mismos políticos los que hoy nos piden hasta para cuidar sus casas, tenemos que ser sus escoltas, ahí estamos parados de punto fijo cuidando personalmente a sus familias… Piden y piden y ¿qué nos dan? Ustedes creen que queremos ganar más sueldo… No estimados, queremos que el Estado nos entregue las herramientas para trabajar como corresponde y que la legislación actual y vigente cada vez que usemos el arma de servicio o hagamos uso de nuestros protocolos, no nos mande a la cárcel 12 años o más… ¿A quién por hacer su trabajo lo meten preso? Pero hoy - y creo que es el sentimiento de muchos de mis camaradas y hermanos de armas- ya no te quiero cuidar más, hasta que entiendas el valor de mi trabajo y de mi sacrificio por ti.
Un carabinero anónimo