"Desconocieron la trayectoria del Festival de Cine Recobrado de Valparaíso"
Jaime Córdova, director del certamen que de todas maneras comenzará este lunes, explica las dificultades que enfrenta el tradicional evento tras no recibir el Fondo del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
Marcelo Macellari
Apocos días que comience la edición número 26 del Festival de Cine Recobrado de Valparaíso (17 al 22 de octubre), la organización recibió un verdadero balde de agua fría: esta versión no obtuvo el Fondo de Difusión del Patrimonio Audiovisual que otorga el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
Jaime Córdova, director del certamen, explica que "el festival se va a realizar igual, porque está todo programado y no se pueden cambiar las fechas ni los invitados. Va a ser un festival neorrealista, o sea, sin dinero".
"El equipo trabajará ad honorem -detalla Córdova- y hay áreas que no se podrán cubrir y no tendremos gente, porque no se le puede pagar. Hemos tenido colaboración del Instituto Chileno Norteamericano para pagarles a los pianistas que musicalizan algunas exhibiciones, también de Duoc UC para pagar el pasaje de una invitada que viene desde Buenos Aires. Además, recibimos apoyo del Fondo de Iniciativas Culturales de la Municipalidad de Valparaíso (FICVAL), para financiar transporte e impresión de piezas gráficas. Pero eso es lo mínimo para que el festival sea visible y exista, no hay nada más", añade Córdova.
En la misma línea, el director del certamen explica que "hace años se creó la asignación directa para la difusión de patrimonio, la cual fue pensada para el Festival de Cine Recobrado de Valparaíso. El problema es que el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio nunca lo ha aplicado y siempre nos hace competir con la Cineteca Nacional y la Cineteca de la Universidad de Chile. Son pocas las instancias en este país que se dedican a la restauración y difusión del patrimonio. De hecho, las películas que restauran las cinetecas que antes mencionaba, terminan exhibiéndose en nuestro festival. Entonces la idea era que no compitiéramos y, tras presentar un proyecto, se nos entregara un monto anualmente, pero sin ser evaluados con puntaje. Sin embargo, eso no se ha llevado nunca a la práctica, porque es muy probable que el departamento jurídico del Ministerio haya interpretado esa disposición y no lo haya aplicado tal como fue pensada".
Con lo mínimo
-¿Cómo será esta versión del Festival de Cine Recobrado de Valparaíso, sin financiamiento?
-De partida no tenemos dinero para pagarle al equipo del festival. Tampoco tenemos dinero para pagar el alojamiento a algunas de las invitadas de este año, dedicado a las mujeres en el cine, por lo tanto algunas de las charlas serán online. El tema de los traslados también va a tener que estar muy acotado. Todo esto ha repercutido además en la conformación del equipo, porque yo no puedo contratar gente a la cual no le voy a poder pagar, entonces estamos funcionando a nivel mínimo. Sin embargo el festival no puede hacerse en otra fecha, porque todo estaba organizado desde el año pasado, esperando que las bases del Fondo Audiovisual hubieran salido en julio del año pasado, cuando finalmente salieron en enero de este año. Hay un desorden ministerial, nosotros entregamos la postulación en abril y recién nos enteramos el 28 de septiembre, a tres semanas del festival, que no teníamos el fondo.
-¿Cuáles fueron los motivos que esgrimió el Ministerio para dejar al festival en lista de espera?
-Los evaluadores dijeron que no habíamos justificado la importancia del evento, lo cual es risible, porque se trata de un festival que tiene ya 26 años. Obviamente fundamentamos la importancia del festival y el rol que tiene. En segundo lugar, nos dijeron que no presentamos un plan de medios, lo cual tampoco estaba solicitado en las bases. Y en tercer lugar señalaron que no teníamos carta de alianza con organizaciones territoriales femeninas de Valparaíso, dada la temática del festival, lo cual nunca estuvo solicitado en las bases. Entonces nos juzgaron con elementos que no estaban en las bases y por parte de evaluadores de Santiago, que no necesariamente tenían que conocer el proyecto, pero si yo soy un evaluador y me comporto profesionalmente, investigo cuál es el evento que voy a evaluar y me informo. Otro punto que nos cuestionaron fueron los derechos de autor de algunas películas, pero estamos hablando de algunas cintas patrimoniales de dominio público, y en otros casos presentamos cartas de autorización de sus directores. Hay un desconocimiento, por parte de los evaluadores, de la orgánica de la exhibición cinematográfica en soporte fílmico, que tiene un valor simbólico y no comercial. Es decir, los evaluadores desconocieron la trayectoria del festival y la dinámica de la exhibición archivística en soporte fílmico. Nosotros presentamos una apelación y ni siquiera nos ha llegado un correo acusando recibo.
-De no resultar esta apelación. ¿Qué futuro vislumbra para el Festival de Cine Recobrado de Valparaíso?
-Nosotros heredamos el carácter tozudo y contestatario de Alfredo Barría, el fundador del certamen. Por eso el festival hace un llamado al público a asistir, como un acto de rebeldía en contra del sistema y una institucionalidad que se ha convertido en un distribuidor de dineros para hacer los eventos, sin interesarse por la calidad y el contenido de los eventos que financia.