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Sobrepeso escolar: otra secuela de la pandemia

Actualmente el 31% de los niños y niñas de nuestro país sufre de obesidad. La cifra más alta la integra 5° básico, en donde el 48% de sus estudiantes sufre esta enfermedad.
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Por Francisca López Molina

De acuerdo con los resultados del Mapa Nutricional 2021 elaborado por la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas, durante 2020 y 2021 hubo un "aumento sin precedentes de la obesidad, especialmente, la obesidad severa y una disminución de la prevalencia de peso normal" .

El estudio expresa que "la situación es crítica" puesto que el 31% de los niños y niñas presenta obesidad. Lo anterior se refuerza demostrando que el 69,1 % de los estudiantes tiene obesidad y obesidad severa en 5° básico, mientras que en primero medio, la cifra es de 48,1%.

Recientemente se conmemoró el Día Mundial de la Alimentación. En un artículo publicado por radio Bío Bío la representante de la ONU, Eva Crowley señaló que "es un tema urgente, tenemos tres millones de personas en Chile que sufren inseguridad alimentaria moderada o severa (…) hay alzas importantes en la obesidad, en parte, debido a la pandemia".

Elizabeth Parra, asistente de la Educación del Jardín Crisolito de Viña del Mar, indica a El Rayo que "los niños y niñas subieron mucho de peso en el período de encierro. Incluso mis dos hijos lo hicieron, el mayor llegó a 93 kilos. En ese tiempo, él estaba triste, no quería verse en el espejo, ni siquiera deseaba salir", "El aumento en la tasa de obesidad, se va a reflejar directamente en el aumento de la población enferma, respecto a lo mismo de la pregunta previa, veremos reflejado el aumento de los pacientes hipertensos, diabéticos o con enfermedades cardiovasculares diagnosticadas, una población con patologías a su vez aumentan los gastos de salud pública", dice Pablo Riquelme, médico general de la Universidad de la Frontera.

El deporte

Según una investigación académica realizada el 2003 por José Antonio Prieto y Paloma Nista, el ejercicio físico mejora el rendimiento cardiovascular debido a cambios neurológicos, metabólicos, hormonales y de la función respiratoria.

En ese sentido, la nutricionista Tamara Núñez, es enfática en señalar que el deporte no sólo ayuda a mejorar el estado físico, sino también el estado anímico de las personas. "Tiene una estricta relación en el estado de ánimo de las personas, ya que al realizar ejercicio se libera una sustancia química llamada endorfina, también conocida como "Hormona de la felicidad" la cuál nos ayudan a mitigar la sensación de dolor, interviene en regulación del apetito y ayudan a fortalecer nuestro sistema inmune".

Riquelme, manifiesta que en la adolescencia el ejercicio es primordial, pues es ahí, donde se forma la personalidad y en donde se generan vínculos con otros jóvenes. "Sirve en ese contexto, para fortalecer el compañerismo y el trabajo en equipo en los deportes grupales, el respeto a los pares, y la capacidad de sociabilidad" reflexiona.

Para Iván Apablaza, encargado de infantiles del Club Unión Arsenal de Achupallas, Viña del Mar, el que los chicos participen constantemente de los entrenamientos y competencias, hace que sean felices. "Los veo felices jugando, haciendo lo que les gusta. Con el deporte veo que los niños están contentos", dijo a El Rayo.

El caso de Joaquín

Joaquín Apablaza tiene 16 años, juega en la sub 16 del club deportivo Unión Arsenal, además entrena tres veces a la semana con el profesor Cristián Zamora. Entre 2020 y 2021, su peso llegó a los 93 kilos. "Mi obesidad comenzó por el inicio de la pandemia, por no hacer deporte, no salir de casa y por tener malos hábitos alimenticios. Me afectó comer mucha fritura y comida chatarra, pero más que eso, fue el sedentarismo, el estar todo el día sentado y no salir. Teniendo obesidad me sentía muy deprimido y sin ganas de salir, aunque me invitaran mis padres o mis amigos." reflexiona el joven, quien tras autorizción de ambos padres, contó su historia a El Rayo.

Debido a esta situación, es que Joaquín decide conversar con su familia para intentar bajar de peso "no me sentía a gusto con mi cuerpo, entonces mi mamá me llevó a una nutricionista. Con ella me di cuenta de las consecuencias, que más adelante, iba a traer mi sobrepeso para mi salud. Debido a esta situación, es que decidí hacer cambios radicales en mi vida. Dejé la fritura y el sedentarismo. Mi padre me regaló una trotadora. Me enfoqué".

El adolescente recalca que el deporte le cambió la vida. Bajó de 93 a 75 kilos. "Definitivamente mi autoestima ha mejorado con este nuevo cambio. Ahora tengo más energía, mucha más confianza y seguridad en mí mismo. Antes me limitaba a hacer muchas cosas, por miedo o inseguridad". Asimismo, agrega que "me inspira a ayudar a los demás , a decirles que ellos también pueden bajar de peso, no sólo por una mejoría en la salud física, sino también mental".

Recomendaciones

"Más allá de fijarnos como padres que si nuestro hijo tiene o no malnutrición por exceso, fijarnos en cómo está su estado de salud, ya que el IMC es sólo relación de peso y altura y no es un determinante de salud. Hay que preguntarnos mejor: ¿Mi hijo está comiendo lo que él necesita?, ¿Qué tal su estado de ánimo?, ¿Tiene la suficiente energía para rendir en su escuela y actividades? . ¿Se cansa muy rápido?, ¿Cuándo fue la última vez que se hizo exámenes de sangre? . De esta manera podremos determinar más al detalle sobre el estado de salud de nuestro hijo" dice vía entrevista telefónica la especialista en nutrición Tamara Núñez.

Por su parte, el deportista y médico Pablo Sandoval indica que, "se recomienda caminar al menos 30 minutos al día a paso moderado- intenso, cinco veces a la semana. Disminuir el consumo de azúcares y sales. Y personalmente y en relación a la salud mental, el deporte disminuye las tasas de estrés, ayudándonos a mejorar nuestros rendimientos académicos y laborales" .