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"Para ellos, la imagen lo es todo y el maquillaje también lo es, porque humaniza"

Marcos Salinas lleva 25 años trabajando en Forlivesi Funerales. Durante años se ha dedicado al oficio de maquillar a personas fallecidas. Actualmente, un grupo de colaboradores viajará, prontamente, a Buenos Aires a especializarse.
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Por Francisca López Molina

"Luego, mucho después, el silencio se confundirá con una página en blanco, se confundirá con un espacio sin límites, y frente a este horror alguien insospechado nos cantará una canción de cuna" dice la poeta porteña, Ximena Rivera en Poemas de Agua. Se dice que lo único seguro en la vida, es la muerte. La muerte entonces, se ha transformado en un rito, diversas culturas han hecho del fallecimiento, una inquietud estética para preservar, en el más allá, la belleza.

Sentado en su oficina, utilizando un traje negro, Marcos Salinas, atiende su teléfono, toma un lápiz y en una agenda, empieza a anotar algunos datos. El despacho tiene una fotografía de su abuelo, el fundador de Forlivesi Funerales. Hace 25 años que trabaja en el oficio, hace 25 años que se dedica a maquillar, peinar y colocarle la ropa a personas que se han ido.

"Fue complejo empezar, porque en ese minuto, no tenía idea de maquillaje por ser hombre, tampoco tenía hijas. Entonces, sucedía que, nosotros íbamos a las casas, vestíamos a la persona fallecida, a veces la familia hacía ese trabajo. Sin embargo, había gente que le daba miedo maquillar a su familiar…Poco a poco, nos fueron pidieron que hiciéramos ese trabajo". dice Salinas

Marcos comenzó pidiendo ayuda a sus amigas más cercanas, leyó revistas, compró brochas, maquillaje. Le preguntaba a sus cercanos y cercanas cómo se usaba ese color, para qué sirve tal pincel. Al principio lo único que sabía hacer, era bajar los tonos de la piel. Luego, con los viajes, se asesoró con otras funerarias. Con ellos aprendió que lo importante es "buscar la sobriedad del maquillaje, no que se parezca a como era la persona en la vida real"

"A veces la familia me pide que se parezca a la persona fallecida, lo más posible, a como era en vida. Lamentablemente es difícil, pues el maquillaje tanatológico lo que busca es que no se note el tono de la muerte. En otras palabras, que no se noten los golpes si es que lo hay, la palidez, el agotamiento. La idea, es llegar a un punto medio y no que digan, oye que está moradito, blanco…"

"Las primeras veces estaba nervioso por el resultado, por el cómo me podían quedar. Había ocasiones en donde no limpiaba la cara, pero después, con el pasar de los meses, lo hacía" Salinas expresa que a las personas les gusta ver a sus fallecidos. "Ese servicio yo nunca lo cobré. Era como un plus, por eso me buscaron, porque hacía bien el trabajo. Porque nuestros clientes necesitaban a alguien que lo hiciera bien, con ética y respeto hacia su fallecido. Personalmente, me costó al principio, pero siempre, lo hice y lo hecho con amor".

Marcos indica que hay clientes que les piden que maquillen bien recargados a sus seres queridos, otros que no les haga nada. "Cuando estuve complicado, hacía un maquillaje sencillo. Un poquito de base, de labial y un toque de color en las mejillas"

El Gerente de Forlivesi Funerales, señala que en otros países hay todo un mundo relacionado al maquillaje tanatológico y que son parte de los servicios que ofrecen las funerarias. Los funcionarios que se dedican a ese oficio estudian para eso. "Este tipo de maquillaje, no es el mismo que tú puedes comprar en una farmacia o en un lugar común. Es otro tipo de herramienta y se diferencia por los colores, texturas, orden de los productos"

Salinas, para hacer su trabajo más completo, compró los productos y herramientas fuera de Chile, ya que acá no había tiendas que se especializaran en el maquillaje tanatológico. Tomó cursos internacionales, siguió tutoriales, viajó a otros países para entender cómo lo hacían. "Hoy mis colaboradores van a viajar a Buenos Aires, para tomar un curso de tanatología y de conservación de cuerpos. La idea es que una vez que lleguen, ellos les enseñen a otros"

Trabajar con el dolor

Marcos trabaja todos los días con familias quienes han perdido un ser querido. A las personas que se han ido, les coloca su ropita cuando es necesario, arregla, cuidadosamente el pelo. Para que no se caiga, utiliza fijador. Acomoda sus cuerpos dentro de lo posible. En cuanto al maquillaje, les pregunta a sus clientes, si está bien o no lo que él hizo.

"Creo que el dolor de la familia se baja, cuando ve que su familiar está bien vestido, con las cosas que les gustan. Para ellos, la imagen lo es todo y el maquillaje también lo es, porque humaniza" culminó Marcos Salinas.