"Mi objetivo es escribir una biblioteca de la UC"
El escritor Joaquín Escobar presenta "Diario del tetracampeonato", su segundo libro inspirado en el equipo cruzado. "Quiero hacer club desde la literatura", dice.
Francisco Marín Naritelli - La Estrella de Valparaíso
"Diario del tetracampeonato" (Provincianos Editores, 2022), del escritor Joaquín Escobar, es un libro de pasiones, del amor a la camiseta cruzada, esa que ha dado alegrías y tristezas, en torno a una serie de campeonatos consecutivos alcanzados por la Universidad Católica: el tetracampeonato.
Joaquín Escobar, además de escritor, sociólogo y magíster en literatura latinoamericana, es un fanático. Su última producción literaria se enmarca en una promisoria carrera, con títulos destacados como "Se vende humo" y "Cotillón en el capitalismo tardío" (Narrativa Punto Aparte) y "Las cosas que hice por la Cato" (Provincianos Editores).
"Uno de mis objetivos de vida es escribir una biblioteca de la Católica, hacer club desde la literatura", comenta Escobar.
"Para construir el 'Diario del tetra' vi muchos videos de la Católica de los 90, conversé con hinchas que conocieron el estadio Independencia y saqué muchas ideas de un grupo de WhatsApp llamado Identidad UC, son amigos delirantes (algo así como los Locos Adams de La Franja) que hablan todo el día del pasado y del presente del club. Ellos, sin saberlo, también aportaron con distintas reflexiones e ideas", agrega el autor sobre la creación de este libro.
-¿Cómo haces para sistematizar nombres y fechas?
-Tengo muchos amigos de la Católica que son grandes recolectores de información. Son como Funes el memorioso (mítico personaje de Jorge Luis Borges), pero en versión cruzada. En el persa Biobío compro revistas antiguas (Don Balón y Minuto 90), son tesoros llenos de la mejor literatura futbolera. También la tecnología ayuda, suelo ver videos antiguos en YouTube, a veces me los repito y siempre encuentro cositas nuevas. Pero también escribo desde mi identidad, yo soy cruzado de lunes a lunes; el ser hincha no es algo que solo se vea el domingo en el estadio, por lo mismo, en los procesos de lo cotidiano también está presente la escritura para y sobre La Franja.
-Ejercitas cierta sociología del fútbol, o sea ese cruce entre lecturas, crítica social y pasión, ¿cómo afectó el estallido social y luego la pandemia, a la experiencia del fanático?
-Con la pandemia el mundo dejó de parecernos reconocible. Y el fútbol no fue la excepción, los primeros partidos del 2020 tenían mucho de las novelas de César Aira. Eran cotejos distópicos, con algo de ciencia ficción. Los jugadores, si hacían un gol, no podían abrazarse; tenían que ducharse en sus hogares; entrenaban en los patios de sus casas; las charlas técnicas se daban por zoom; no podían concentrar, es decir, todo era caótico y desordenado. En base a esas exigencias, dentro de un mismo año, la Católica salió campeón y Colo Colo no se fue a la B en un partido bastante dudoso (...) En relación con el estallido social, hubo una primera instancia en donde las barras bravas de los clubes expusieron un panfleto que poco tenía de verdad: 'Perdimos tanto tiempo peleando entre nosotros'. En la primera fecha del torneo 2020 (primer partido post-estallido social), las hinchadas de Wanderers y Católica se enfrentaron en una batalla campal en Valparaíso, cuestión que se relata en el 'Diario del tetracampeonato'. El discurso del "perdimos tanto tiempo…" no duró absolutamente nada, ni siquiera una fecha.
-Tus libros literarios tienen ese matiz de fútbol y política, ¿no tienes miedo a ser encasillado como un escritor excesivamente "futbolero"?
-No, no me da miedo ser encasillado como un escritor futbolero, por el contrario, me genera orgullo. El fútbol es parte del imaginario cultural que siempre ha estructurado mi vida, negarlo sería faltar a la construcción de mi identidad. De hecho, en "Se vende humo" y "Cotillón en el capitalismo tardío" hay imágenes en las que se mezcla literatura, política, cine, humor y fútbol. La gente que odia el fútbol, y que está situada principalmente en la academia chilena, vincula deporte con tontera y farándula: "Son 22 millonarios corriendo tras de una pelota". Detrás de esos dichos hay clasismo, ignorancia y desprecio por la cultura popular.