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Artesano fabrica en El Belloto ocarinas más famosas de Chile

Sergio García, junto a su socio Marco Donoso, elabora los instrumentos de viento que han sido usados en sus presentaciones por Los Jaivas y Congreso, entre otros grupos.
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Marcelo Macellari - La Estrella de Valparaíso

Los Jaivas y Congreso, dos de los grupos más importantes de nuestro país, tiene varias cosas en común: ambos son de la Región de Valparaíso, los primeros de Viña del Mar y los segundos de Quilpué; las dos agrupaciones fusionan el rock progresivo y la música de raíz latinoamericana, y han obtenido un reconocimiento más allá de nuestras fronteras. Además, estas agrupaciones en sus presentaciones usan ocarinas fabricadas por el artesano de El Belloto Sergio Garcia, junto a su socio Marco Donoso, cuyo delicado sonido que nos traslada al altiplano se siente en temas como "Tarka y ocarina" de Los Jaivas o "Hijo del sol luminoso" de Congreso.

El artesano y luthier Sergio García Fariña lleva décadas fabricando ocarinas y cuenta que "la comercialización de nuestros instrumentos la hacemos con músicos que generalmente ya conocemos, que son amigos desde hace muchos años, como Congreso o Los Jaivas. A Gato Alquinta lo conocí en la universidad, cuando yo estudiaba Diseño y él Arquitectura. A ellos siempre les hemos entregado ocarinas, porque también nos ayudaron cuando yo empecé con la investigación y les preguntaba aspectos más técnicos relacionados a cómo debía sonar el instrumento, para así afinarlo. Y entre los grupos extranjeros, han utilizado nuestras ocarinas los españoles Cochamay (Cataluña) y Oskorri (País Vasco)".

García, quien nació en Viña del Mar, pero reside desde hace más de 40 años en Quilpué, se define como fabricante de instrumentos musicales en cerámica, actividad en la que comenzó tras realizar estudios de Diseño Industrial en la Universidad de Valparaíso. "No terminé mi carrera -cuenta- y en el año 1975 comencé a estudiar cerámica y por casualidad me encontré con un libro llamado 'Organología del folclor chileno', de Alejandro Rodríguez, editado en 1973, donde aparecía la ocarina como un instrumento musical extinto. Yo había visitado museos de Perú y Ecuador, donde me encontré con unas piezas muy importantes de instrumentos musicales en cerámica, como flautas, trompetas, tambores, sonajeros, botellas silbadoras, flautas de pan y ocarinas por supuesto. Me acordé que había visto esas piezas maravillosas y dije 'esta es una buena oportunidad para desarrollar todo lo que he aprendido' y empecé a investigar todo lo relacionado con la ocarina".

Todos juntos

"Yo era músico aficionado -agrega- y con unos amigos en esa época tenía un grupo con el que hacíamos música rock generalmente, pero para poder desarrollar la ocarina había que informarse un poco más y con músicos profesionales, porque había que digitar el instrumento y para hacerlo debe haber un orden de digitación. Yo vivía en ese tiempo en Viña, entonces era muy común encontrarse con Los Jaivas y Congreso, que ensayaban en el Casino, así que recurría a ellos, quienes eran muy abiertos y estaban en una etapa muy creativa de su carrera. Para ellos incorporar la ocarina, un instrumento que no había en ese tiempo acá en Chile, era muy positivo".

Así, en forma autodidacta y junto a su socio, Marco Antonio Donoso, con quien formó la empresa Arcoíris, aprendió de fabricar diversos instrumentos musicales en cerámica, no solamente de Latinoamérica, que van desde las flautas, sonajas, vasijas silbadoras, darbukas y udus, hasta la ocarina con todas sus variantes: transversal, colgante y en línea, entre otras. Con este último instrumento ha alcanzado gran reconocimiento, gracias a la "Ocarina Quirquincho" creación propia que en 2008 le valió un "Premio de Excelencia de la Unesco para los productos artesanales del Mercosur", un reconocimiento a la calidad y vocación en el rescate de instrumentos precolombinos.

Sobre este reconocimiento, Sergio García señala que "primero obtuvimos el Sello de Excelencia que entrega el Ministerio de las Culturas y luego competimos con otros trabajos de artesanos de Latinoamérica, obteniendo el premio Unesco, que significó una gran valoración del trabajo realizado en el rescate de la ocarina".

Tierra del valle de aconcagua

Sergio García elabora sus instrumentos con los materiales que extrae de su propio terreno en El Belloto, principalmente la arcilla, que, tras un largo proceso, que contempla, la selección y lavado de la arcilla; tamizado; decantación y sedimentación de la mezcla; almacenaje y posteriormente el amasado y creación de la pieza con el uso de moldes, que luego es cocida en horno para transformarse finalmente en una pieza única de cerámica. "Aquí en este terreno -detalla García- están la materia prima principal y las pastas, que es un componente extra que se le echa a la arcilla, las adquirimos en una molienda que hay en La Calera".

Desde el 2016, el artesano es usuario de INDAP en el rubro artesanías, que busca dar reconocimiento a la labor creadora de los artesanos que elaboran artesanía tradicional y artesanía indígena, al transformar materias primas en objetos tradicionales, folclóricos, decorativos y artísticos, y que resguardan el patrimonio cultural.

"El apoyo de INDAP ha sido clave, porque hay un interés y una valoración por la artesanía. Nos adjudicamos un horno cerámica y hemos podido adquirir otras valiosas herramientas para nuestro taller. Además, nos han apoyado con la participación en eventos como la Feria Internacional de artesanía de la Universidad Católica. Hemos participado también en ferias no solo en Chile, sino también en Venezuela y Argentina".

Para conocer el trabajo de Sergio García y de su socio Marco Antonio Donoso se puede visitar la página www.ocarinas.cl