Belén Velásquez - La Estrella de Valparaíso

A 12 años de cárcel efectiva fue sentenciado Diego Toro Rivera, condenado por haber dado muerte a su compañero de trabajo, Sebastián Aguilera, hecho ocurrido al interior del Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar el año 2020.

Lo anterior luego de que el Tribunal Oral de la citada comuna considerara culpable al acusado del delito de homicidio por el cual el Ministerio Público había solicitado una pena de 15 años de presidio.

Los hechos se remontan a abril de 2020, cuando Aguilera resultó herido de gravedad con un arma blanca por parte de su compañero de unidad mientras ambos se encontraban al interior de las dependencias del hospital viñamarino, lugar donde los involucrados ejercían lasbores de auxiliar.

Tras el ataque, la víctima quedó internada, pero días más tardes falleció debido a la gravedad de sus lesiones.

Trastorno sicótico

En la apertura del juicio oral, la defensa de Toro, el abogado Matías Mundaca, había adelantado que "se va a acreditar en el juicio oral respecto del imputado la eximente responsabilidad penal del artículo 1 número 1 del Código Penal, ya que al momento de la ocurrencia de los hechos el acusado estaba cursando un episodio de trastorno psicótico esquizomorfo por lo que se hallaba privado completamente de razón por razones ajenas a su voluntad", dijo Mundaca en la ocasión.

Sin embargo, el Tribunal Oral de Viña del Mar desestimó las alegaciones del defensor privado, condenando al acusado a una pena tres años por debajo de la solicitada por la fiscal Romyna Ahumada.

Asimismo, la sentencia estableció que la pena deberá ser cumplida de forma efectiva, sumándose otras penas accesorias

Sin embargo, desde ayer la defensa tiene un plazo de 10 días para recurrir de nulidad de juicio, si así lo estima necesario.

De manera gradual, comenzando por el Cordillera, el seremi de Obras Públicas, Yanino Riquelme, espera que se vaya concretando, antes que termine el 2022, la entrega de los tres ascensores cuya puesta en servicio para la comunidad debió postergarse en agosto pasado debido a la determinación de exigir pruebas técnicas de mayor complejidad que garantizaran disminuir al mínimo la eventualidad de fallas o siniestros que pongan en riesgo la seguridad de los usuarios.

Así lo manifestó la propia autoridad regional al ser consultado respecto del avance en estas pruebas a que están siendo sometidos los tres elevadores porteños, proceso sobre el que, puntualizó, han sido permanentemente informados los vecinos y usuarios.

"Se estaban terminando ya las pruebas en el Cordillera. Las obras propiamente tal ya están terminadas, lo que estamos haciendo es reafirmar las pruebas mecánicas y electromecánicas producto de que, en rigor, estos equipos de ascensores son bastante complejos, debido a su antigüedad y el proyecto original que nosotros heredamos tenía pruebas muy básicas y simples entonces nosotros ahora le incorporamos una lista enorme de pruebas para poder asegurarnos de cualquier complicación y partimos uno por uno", detalló el seremi.

De esta forma, el primero en iniciar este proceso de pruebas fue el Cordillera, ascensor que debiera estar culminando esta fase.

"Hoy día (ayer) tengo una reunión para verificar el estado. Lo más probable es que éste podamos entregarlo al uso dentro de esta semana o de los próximos días. Es el que tenemos más adelantado, luego seguiríamos con el Concepción, para probablemente, las dos semanas siguientes y después el Espíritu Santo que es donde estamos más retrasados porque tuvimos que cambiar algunas piezas fundamentales del ascensor principalmente lo que son los tambores. Eso implica seguir avanzando con algunas pruebas mecánicas adicionales", precisó Riquelme.

El seremi reiteró que todo este proceso ha sido conversado con las organizaciones sociales como AscenVal y las agrupaciones de juntas de vecinos, las que han entendido las razones de seguridad esgrimidas.

"Nuestra meta es que antes de que concluya el año poder entregar los ascensores. Será un proceso progresivo: Cordillera, Concepción y Espíritu Santo", reiteró la autoridad regional.

Después de casi 3 años sin poder realizarse de manera presencial, la Plaza Sotomayor de la Ciudad Puerto será el escenario para una nueva versión de la Feria Laboral Regional, instancia organizada de manera conjunta por el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence), el Ministerio del Trabajo y Previsión Social, en alianza con la Municipalidad de Valparaíso. En concreto, la feria contará con un total de 28 empresas de toda la Región de Valparaíso y de rubros diversos que van desde la seguridad privada, retail, hasta otros como el turismo y la hotelería, y que en suma, pondrán a disposición de los asistentes un total de 1.287 cupos de trabajo. La actividad se realizará hoy de 10 a 14 horas.